El diseño industrial en España
¿Qué tienen en común la lámpara-proyector de Mariano Fortuny y Madrazo y el taburete Dúplex de Javier Mariscal? La primera fue un extraordinario invento que Fortuny realizó para su estudio fotográfico en 1907, y el banco de Mariscal fue un hit en los años ochenta. Estamos hablando de Diseño Español, con mayúsculas.
La famosísima silla BFK fue un diseño hispano-argentino de los arquitectos Antonio Bonet, Jorge Ferrari-Hardoy y Juan Kurchan, de 1938. También se la conoce como Buttlerfly, pero en realidad este nombre responde a la copia que hiciera de la silla la firma norteamericana Artec-Pascoe. Muchos años después, en 1987, el arquitecto y diseñador Óscar Tusquets realizó la silla Gaulino, también con asiento de cuero, en un claro homenaje a las sinuosas formas de Salvador Gaudí y del diseñador italiano Carlo Mollino.
Casi 80 años tiene el sacacorchos de doble palanca, que diseñara David Olañeta,en 1932. Aún hoy se sigue produciendo este diseño, para muchos, el sacacorchos más sencillo y funcional del mercado. Las vinagreras de Rafael Marquina ganaron el Delta de Oro de 1961 y fueron evolucionando hasta el estilizado diseño que tienen hoy.
Otro gran diseño premiado en 1977 fue la chimena A-14, de Miguel Milá, que sorprendió por su línea cónica y exenta. André Ricard,amigo contemporáneo de Milá, también ha diseñado multitud de objetos cotidianos que aún ruedan por nuestras casas, como los ceniceros Copenhague, premio Delta de Oro de 1966.
Español también fue el diseño de la motocicleta Montessa-Impala, de 1962, realizada por Leopoldo Milà. Fue una de las más populares de su época y está revestida de épicas hazañas, como la de su recorrido africano, desde El Cairo a Ciudad del Cabo, que el equipo de diseño realizó para probar su efectividad. Cincuenta años más tarde otra gran hazaña: Mormedi proyecta para la firma Castrosua el primer autobús urbano híbrido.
Todo esto lo sabemos gracias a que nos hemos leído, de arriba abajo, El diseño industrial en España, que se acaba de editar en la colección Manuales de Arte de la editorial Cátedra. realizado por un grupo de profesores expertos de la Universitat Jaume I de Castellón de la Plana. Un completísimo recorrido que se inicia a mediados del siglo XIX y que finaliza en nuestros días, con los trabajos de nuevos y jóvenes diseñadores. Un extenso período que, a pesar de las guerras, las crisis, el desconocimiento general y desinterés estatal, ha sido testigo de las magníficas creaciones de hombres y mujeres tenaces que se resistieron a la mediocidad y apostaron por la modernidad.
Desde los grandes maestros del modernismo catalán, pasando por las exposiciones universales, la creación de revistas especializadas y la formación de agrupaciones y empresas que le dieron un empuje definitivo a la actividad, como el FAD, el GATEPAC o Bd Barcelona, la producción española ha ido creciendo hasta conseguir objetos que se han convertido en hitos del diseño contemporáneo. La trituradora Minipimer, el futbolín, la bayeta o el Chupa-Chups son algunos de los más conocidos. Sin ser conscientes de ello, nuestras casas están pobladas de objetos cotidianos creados en España, que pensábamos que venían de Italia... Pues no. El diseño español existe y está muy vivo. ¡Larga vida!