Una casa unifamiliar de dos plantas
En Sidney, Australia, hemos encontrado esta casita de madera, un proyecto del arquitecto Christopher Polly. Los 160 m² de la vivienda, que cuenta además con un jardín trasero, se han distribuido en dos alturas. En la planta baja, parte de los muros se sustituyeron por espectaculares superficies acristaladas; en la primera, unas ventanas giratorias ofrecen diferentes grados de apertura, además de aportar claridad y unas estupendas vistas.
La planta baja se concibió como un espacio diáfano, en el cual se ubicaron la cocina, el comedor y la zona de estar. El color blanco, presente tanto en las paredes como en buena parte del mobiliario, se combinó con madera en el pavimento y la escalera que comunica las dos alturas de la vivienda. De esta forma se ganó calidez.
Los muebles de la cocina se eligieron en el mismo color y acabado que los del comedor, así como los armarios bajos que se prolongan hasta la zona de estar. Con esta solución, se logró integrar los diferentes ambientes en un conjunto equilibrado y armónico.
Gracias a las enormes puertas correderas de cristal, que permiten comunicar o independizar interior y exterior según se desee, la terraza aparece como una extensión del salón.
Como bien refleja esta imagen, la construcción de la vivienda se centró en abrir el volúmen de la casa a dos alturas y permitir el libre flujo de la luz por todo el espacio.
El dormitorio se encuentra en la primera planta. Aquí se instalaron dos frentes de ventanas giratorias que aseguran la ventilación y la entrada de luz natural en la habitación. El diseño de la ventana permite el movimiento pivotante de la hoja, que gira sobre un eje central, y la apertura de la ventana en el ángulo deseado hasta 180º.
Los tonos grises y blancos protagonizan el cuarto de baño, decorado con muebles y sanitarios volados. La pared del del lavabo se revistió con espejos para ganar amplitud visual. Fotografías: Brett Boardman.