Reforma integral de un piso en Barcelona
Cuando los propietarios de este vivienda, un matrimonio joven con dos niños, visitaron este piso por primera vez, supieron que tenían que quedarse aquí. No les importó que se encontrara algo deteriorado, pues desde hacía más de 50 años no se había sometido a ninguna reforma, ya que todos los atractivos que encontraron en él hicieron que decidieran comprarlo. Para adaptar su antigua distribución a las necesidades de la familia y devolver a la construcción todo su esplendor, confiaron en el equipo de reformas de Nextdom.
Diseñar una nueva distribución
La vivienda tenía una distribución muy incómoda, con estancias pequeñas y mal iluminadas, por lo que diseñar una nueva organización de sus 150 metros cuadrados fue el primer objetivo. Se tiraron tabiques para ampliar las estancias, se crearon baños donde no existían y las galerías originales cedieron sus metros a los dormitorios. Y todo, respetando los elementos originales de la casa, como los techos altos con las maravillosas molduras y plafones de escayola, donde hubo que actuar para canalizar las instalaciones eléctricas nuevas. "También restauramos y conservamos las carpinterías, tanto la exterior como la interior; estas piezas eran fundamentales para conservar el carácter de la vivienda", explica Ana González, interiorista responsable del proyecto.
Sobre estas líneas, el salón: un espacio amplio y luminoso, con zona de estar y comedor, y donde el respaldo del sofá contribuye a delimitar los ambientes.
Cocina con comedor de diario
La familia soñaba con una cocina amplia y desahogada, con espacio para trabajar cómodamente, pero también donde reunirse y compartir momentos. Así que, para ampliar su superficie se optó por unir un antiguo despacho a la cocina original y se respetó el pasillo que cruza la estancia para crear un espacio original y muy ágil.
Esta nueva planta se aprovechó para que la cocina propiamente dicha y la zona de comedor de diario quedaran perfectamente delimitadas. También los distintos estilos decorativos, así como el color y acabado de los muebles contribuyen a marcar esa diferenciación.
La cocina, al igual que los cuartos de baño, se renovó por completo, con muebles y encimera en blanco. El toque de color lo pone el suelo: un porcelánico que simula baldosas hidráulicas que rompe con la tarima de madera y aporta dinamismo.
Integrar la terraza
El dormitorio principal se amplió sustituyendo la terraza por un gran ventanal.
Las obras de reforma también se aprovecharon para instalar un suelo nuevo de madera de roble natural y pintar las paredes. Además, se renovaron las instalacionesEn el dormitorio principal, al igual que en el resto de la casa, se jugó con una paleta de tonos neutros que, además de multiplicar la luminosidad, otorga a la vivienda un aspecto ordenado y fresco.
La habitación infantil
Para el dormitorio de los hijos de los propietarios se eligieron muebles blancos y se jugó con los textiles y diferentes detalles decorativos para poner el punto infantil en la decoración.
También se renovaron todas las instalaciones, incluyendo la del aire acondicionado y la calefacción. Una obra que ha dado como resultado una vivienda moderna, luminosa y familiar, con el encanto y atractivo de las construcciones señoriales.