Reforma de un piso de 100 metros cuadrados amplio y luminoso
Tras una reforma brillante, este piso de 100 metros cuadrados, ubicado en la ciudad sueca de Goteburgo, presume de una distribución cuidada y cómoda, especialmente pensada para dar continuidad a los ambientes comunes. Con la zona de estar del salón como eje central, a un lado se sitúa el comedor enfrentado a la cocina, y en el opuesto, un cálido y agradable rincón de lectura. Todos ellos inundados de luz natural gracias a los grandes ventanales y potenciada con la elección del blanco para suelos y paredes. En cuanto a la decoración, destaca la acertada combinación de muebles de estilo escandinavo con otros de corte contemporáneo y una paleta cromática sobria con precisas pinceladas de color. También merecen especial atención los armarios y zonas de almacenaje repartidos por todo el piso, con un diseño ligero y funcional para encajar a la perfección en cada estancia de la casa.
La zona de comedor se organiza frente al gran vano abierto en la pared que da acceso a la cocina. El gran ventanal que da salida a la terraza aporta un extra de luz natural a este ambiente. En el centro, una mesa con tablero de madera, con capacidad para 6-8 comensales, resulta muy ligera visualmente gracias a sus patas de acero. En la pared que cierra este espacio llama la atención un panel de madera, a modo de boiserie, que genera un ambiente de lo más agradable, aportando un halo de calidez y elegancia.
En el panel de madera se han integrado diferentes elementos de almacenaje. Estanterías a diferentes alturas, que se usan para colocar objetos decorativos, y una fila de armarios en la parte inferior donde se guardan vajillas, cristalerías y manteles.
En la cocina, donde reina el color blanco, destaca una gran isla central equipada con la placa de cocción y el fregadero. Bajo la encimera se alinean varias filas de armarios de diferente capacidad. En la pared lateral están todos los muebles de almacenaje, también se esconde el frigorífico y se completa con una torre donde se encastró el horno. Es espacio que queda debajo del amplio ventanal también se aprovechó para colocar una fila de armarios y se aprovechó para encastrar un aparato de música.
La zona de estar es el centro del espacio. Con una decoración sencilla y cálida, este ambiente se delimitó con una alfombra de estilo clásico. Está equipada por un sofá en tono gris, combinado con una pequeña mesa de centro, y frente a ellos, una pequeña librería suspendida en la pared en la que se colocó la televisión.
A continuación de la zona de estar, se ha creado un confortable rincón de lectura con una butaca muy cómoda, un mueble hecho a medida abierto por un lado, que lo mismo sirve como una zona de apoyo para libros que como un pequeño diván. Y, por supuesto, con una luz natural perfecta para los momentos de lectura.
El dormitorio principal cuenta con un frente de armarios empotrados en color blanco, divididos por la puerta del baño. Al estar situados en la pared opuesta a la ventana, se convierten en una superficie que multiplica la luz natural. Decorado con una gran sencillez, en este espacio destacan dos preciosos espejos clásicos con curnicopias y molduras doradas.
La decoración del cuarto de baño no puede ser más práctica y funcional. Uno de los frentes se equipó se equipó con un mueble suspendido que acoge el lavabo. En el otro, además de la ducha, se colocó un armario con puertas de acordeón en cuyo interior están la lavadora y la secadora.
En el dormitorio infantil predomina el color blanco, como en el resto de la casa. Y como en los demás espacios se dio especial importancia a las zonas de almacenaje, tanto debajo del ventanal, y de pared a pared, con una fila de armarios, como en la pared enfrentada, con un gran armario empotrado de suelo a techo. Todo un acierto fue colocar la cama al fondo, ya que así queda mucho espacio en el centro para jugar.
En el plano se puede ver como este piso de planta alargada queda perfectamente dividido en tres zonas longitudinales. Más fotos de este proyecto, en Alvhem.
