O cómo reinventar la Nochevieja...
¿Os imagináis amanecer en un lugar como éste y recibir 2011 aquí? Es sólo una sugerencia para todos aquellos que tengáis ánimo, uno, de encender el ordenador el 31 de diciembre, y dos, de entrar en Decoratrix. El año que viene, o sea, mañana, os enseñaremos otras cosas. Pero hoy, toca recrearse en esta noche y reinventarse.
Pues esta cabaña existe, y no está en los Alpes, sino en los Picos de Europa. Decoratrix estuvo ahí y la fotografió para un día tan especial como hoy.
Nos asombró la nieve tan colocada encima del banco y en difícil equilibrio sobre la barandilla. Parecía nata montada en un decorado. Pero sobre todo nos gustaron los papa noeles colgantes, queriendo entrar por una rendija de la cabaña.
El interior nos lo imaginamos así: una mesa preparada ya para la Nochevieja. Ocho invitados, es más, nueve, un número perfecto, cabalístico. La cena está pensada en plan picoteo selecto. Por ejemplo, algo de marisco: bogavante, ostras, andaricas, gambas, gulas... (¿me he pasado?). Manteniendo el espíritu exterior, el interior hace gala de negros elegantes y lujuriosos (¿o lujosos?), mucha madera y tejidos abrigados.
En la mesa, sencillez. Fuera mantel. Ponemos individuales con nuestra vajilla de dominguear. Un vaso y una copa. Eso sí, el detalle "cool" siempre en el servilletero.
Velas: imprescindibles. Hay que recolectar todos los candeleros que tengamos en casa. Los de la foto han quedado muy parejos, pero no os agobies. Si son todos diferentes, quedan igualmente bien. Lo importante es que haya luz de vela. Y si son muchas, mejor.
Flores y más flores. Éstas, evidentemente, son artificiales (ya sabemos que hortensias, de momento, no hay en invierno). Pero valen igual, así como ramas de pino, abeto, laurel o cualquier elemento botánico que queramos poner.
Detalle imprescindible: un botellero a la vista. Además de quedar muy chic y decorativo, los invitados sabrán el "fondo de bodega" que hay en la casa, lo que te dará pistas de la duración de la velada. A más botellas, más expectativas...
Y como esto que escribo es todo una invención de mis deseos para la Nochevieja, he pensando hasta el modelito. No me voy a cortar un pelo, directamente elijo unos vestiditos de Max Mara, de lo más sencillos y adecuados para una velada en una cabaña nevada. Si hace mucho frío, buscamos algo para echarse por encima... por ejemplo...
Unos abriguitos de Burberry, de esos que tienes en el armario para el uso comunal. Lo dicho, todo una invención, para recibir 2011 con un poco de humor y mucho glamour. Antes muerta que sencilla, decía la niña. ¡Nuestros mejores deseos para el 2011! Fotos: Decoratrix y Sia.