Las oficinas de Red Bull en Amsterdam te dan alas

Tras el éxito que tuvimos en Decoratrix con el post de las oficinas de Skype en Estocolmo, hoy os mostramos el cuartel general de Red Bull en Amsterdam. Su decoración es bastante más "rush", o en otras palabras, "rayada". Los miembros del estudio Sid Lee Arquitecture se tomaron varios cientos de Red Bull y se despacharon a gusto. Da la sensación que, en estas oficinas, si te encuentras a un jefe, te invita a un canuto.

La estructura de esta nave industrial, situada en la zona portuaria de Amsterdam, es absolutamente sorprendente, con techo de Playwood facetado y ambientes semi abiertos. En la foto, el comedor, bautizado como The Clash Room (sala de choque).

La nave es un conjunto abierto, con espectaculares mezanines y pasarelas que aprovechan la gran altura del techo. No existen los ángulos rectos, pero sí los juegos geométricos, angulosos, las aristas y las inclinaciones.

No podían faltar los guiños a los deportes extremos, a la velocidad y a los altos vuelos, como esta original mesa de escritorio con tren de aterrizaje en lugar de patas, una prolongación de la avioneta de la pared, con los colores corporativos.

Una de las sala de juntas con paredes de Playwood serigrafiadas con el escudo de la firma, y amueblada con diseños clásicos del siglo XX, como las sillas Eames Armchair.

Los baños, revestidos de mosaico, son todo un poema o un sacrilegio, según como se mire: un coro de ángeles cantan en un karaoke, mientras la virgen hace de DJ. Hay que recordar que Red Bull, además de ser una bebida energética, es una marca vinculada fuertemente con los eventos y el negocio de la música.

Otra vista de la inmensa nave, antiguo astillero, en la que la madera y el cristal se fusionan con el acero y las estructuras vistas. Las superficies facetadas juegan con los perforados y la efectista iluminación.

Según los arquitectos, el objetivo fue recuperar la filosofía de Red Bull, que se refiere a la dualidad de la naturaleza humana, a los dos hemisferios de la mente: la razón frente a la intuición, el arte frente a la industria: la oscuridad frente a la luz; lo físico frente a lo espiritual... No cabe duda, de que les dieron alas para hacer el proyecto. Vía: Dezeen. Fotos de Ewout Huiber.