Guía Sostenible del perfecto veraneante
Metidos de lleno en el periodo estival, cabe recordar que es una de las época del año, junto con las Navidades, que más se consume, se ensucia y se deteriora la Naturaleza. Por eso, desde Decoratrix, queremos hacer un llamado por unas vacaciones limpias y sostenibles, que muestren nuestro amor por los lugares que pisamos, visitamos y amamos. Son pequeños gestos cotidianos que, sumados, significan mucho.
Deja el coche aparcado
No tienes excusas (ni llegar tarde al trabajo, a una reunión ni a buscar a los niños). En la medida de lo posible, deja el coche en casa y haz los recados a pie, vete a la playa dando un paseo o sube al monte desde el último parquing que encuentres. El automóvil es uno de los mayores contaminadores de nuestro Planeta, piensa si de verdad lo necesitas en la cotidianidad de tu verano.
Acude al mercado del pueblo
Aprovecha los maravillosos mercados itinerantes de los pueblos para hacer tus compras: frutas, verduras, embutidos, quesos... disfruta de los productos de la tierra donde te halles. Cada región tiene riquezas gastronómicas increíbles que no puedes ni debes perderte. Por supuesto, acude al mercado con tus propias bolsas de tela, y si son alimentos perecederos, como carne o pescado, adquiere cajas isotérmicas para alimentos, que las hay recicladas y reciclables. Cada día son más las empresas o negocios de packaging que hacen posible un mundo más sostenible. Sus cajas o bolsas hechas con materiales 100% reciclables, junto con sus diseños cada vez más estéticos, hacen que reutilizar bolsas o cajas sea mucho más fácil para el día a día.
Haz ramos de flores silvestres
Uno de los placeres del veraneante sostenible es hacer largos paseos y recoger flores silvestres para hacer sus propios arreglos. Incluso, si los amigos te invitan a su casa, puedes llevarles un precioso ramo de flores frescas o secas. En caso de que estés organizando un evento (una boda, cumpleaños o aniversario), puedes hacer tus propios arreglos y personalizar el papel de seda donde van envueltos (color, acabado, impresión, etc.). Por supuesto, hablamos siempre de papel reciclado.
Siembra tu propio huerto
Si eres de los afortunados que tiene la casa en el pueblo, no lo dudes, siembra tu propio huerto. No tienes por qué hacer algo demasiado complejo, pero sí tener algunas variedades que se den bien en la zona y plantas de especias aromáticas: perejil, tomillo, albahaca... ¡Es un gustazo sazonar con tus propias hierbas!
Prepara bebidas en tarros reciclados
¿Cómo lo ves? Mira qué ideal (y sostenible) quedan las bebidas de verano en tarros de vidrio. Botes como los de la mayonesa, mermelada, aceitunas, etc., pueden darle un puntazo a una comida o cena de verano. Y si finalmente no te animas, recuerda, en todos los pueblos hay un depósito para reciclar vidrio.
Aprovecha las latas
Nunca ha estado tan en boga esa vieja costumbre de los pueblos de colgar plantas en latas pintadas de colores. Sin duda, una costumbre maravillosa e increíblemente decorativa, que no sólo no deberíamos desterrar, sino incentivar. Y para que lo sepas, el óxido de la lata sirve minerales a la tierra y hace que la planta esté más hermosa. Al menos, eso era lo que decían en mi pueblo...
Todo lo que lleves, tráelo de vuelta
El principio básico de todo veraneante responsable con el medio ambiente es recoger su propia basura allá donde vaya: envoltorios de comida, colillas, botellas de plástico, latas de cerveza... No esperes a que un camión de basuras pase a recoger la tuya. No ensuciar ni arrojar residuos es la base de la sostenibilidad. Ahí queda.
Fotos: Unplash