Cómo utilizar piedras decorativas en tu jardín
Empieza a preparar el exterior
Febrero es un mes perfecto para ir pensando en las plantas, terrazas y jardines, porque es el mes de la poda y los abonos, de la pintura y restauración de los muebles de jardín, de la siembra y renovación, y en definitiva, de empezar a poner a punto tus plantas y jardín.
Uno de los elementos más importantes son las piedras decorativas, con las que puedes hacer cientos de diseños, desde definir senderos, bordear plantas, crear señalizaciones, dibujar parterres o rodear piscinas, entre otras muchas utilidades.
Existen muchas variedades de piedras decorativas, que se definen por su tamaño y forma, que se pueden agrupar en tres grandes grupos: grava, cantos rodados o rocalla. Te contamos algunas de sus características y utilidades.
Decoraciones con grava
La grava son partículas de roca sueltas, de un tamaño de más de 2 cm, que se desprenden de la roca madre, por erosión o trituración. Las rocas pueden ser de caliza, granito, basalto, pizarra, cuarzo, mármol, etc.
De ahí que exista tanta variedad de grava decorativa para uso de jardinería y paisajismo. La coloración proviene de la roca madre. Así, la grava de basalto será más oscura o casi negra, sobre todo cuando se moja.
El mármol ofrece una gran variedad de tonalidades, desde el blanco níveo, al amarillo, pasando por el gris o el rosado, donde, a pesar de su pequeño tamaño, se aprecian las vetas.
Las lajas de pizarra resultan muy decorativas, gracias a su forma plana y pátina oxidada. O la piedra volcánica, por su mismo origen, suele ser negra o rojiza, porosa, más ligera y un excelente drenante. Cada piedra tiene un aspecto definido que ayuda a encontrar su funcionalidad dentro de un proyecto de jardín.
La belleza de los cantos rodados
De formas redondeadas y lisas, los cantos rodados son hermosas piedras que han sufrido la erosión de la naturaleza, ya sea por el agua o el viento. En esta variedad, también encontramos gran variedad de tamaños y colores, procedentes de diferentes rocas madre. La diferencia es que los cantos, como su nombre indica, no tienen aristas.
Los tamaños varían desde los cantos enanos a otros mucho más grandes, como los bolos de mármol blanco, que son realmente espectaculares y decorativos en cualquier parte del jardín.
Los cantos de tamaño medio-pequeño y más planos, como los guijarros, son ideales para crear caminos, pues incluso se puede andar descalzos sobre ellos.
La gravilla de río también es un canto rodado que se encuentra a las orillas de los ríos, que puede ser blanca, gris, roja o amarilla, dependiendo de la geología de la zona.
En muchos proyectos de jardinería encontramos con frecuencia islotes, recodos y bordes realizados con cantos rodados blancos de caliza.
Las rocallas y bolos
De gran tamaño, estos trozos de roca se utilizan únicamente para fines decorativos, ya que, por su dimensión, no sirven para pavimentar caminos. No obstante, a veces son muy útiles para proteger plantas, crear parterres, delimitar, hacer fuentes, e incluso, para hacer gaviones y muros de piedra.
Con estos tres tipos básicos de piedra se realizan jardines de todo tipo: desde espacios minimalistas, hasta jardines clásicos, de estilo inglés, francés o italiano, o incluso, de estilo japonés, tan reconocible por la utilización de cantos de piedra blanca.
Consejos para decorar con piedras de jardín
Lo primero que tienes que hacer, antes de colocar la grava, es preparar bien el terreno. Esto implica limpiar cualquier maleza, nivelar el suelo y colocar una barrera de paisajismo para evitar que las malas hierbas crezcan a través de la grava.
La elección de la piedra depende de lo que desees hacer: un camino, una señalización sin tránsito, bordes, decoraciones planta/piedra, patrones geométricos, etc. Hay una piedra para cada función.
No te olvides del diseño
Antes de lanzarte a comprar, planifica bien el diseño que quieres hacer, el tipo de piedra y la cantidad. Por ejemplo, en la página web de Amagard, expertos en piedras decorativas, cuentan con una herramienta de cálculo que te ayuda a saber los kilos que necesitas y el tipo de piedra que vas a poner, ya que cada una de ellas tiene una densidad y peso diferente.
Mantenimiento básico
Aunque las piedras en general requieren poco mantenimiento en comparación con otros elementos de jardín, como el césped, la madera, las vallas, las rejas o los toldos, no debes descuidar su aspecto. Los lechos de piedra hay que mantenerlos limpios de hojas y malezas; así mismo, es preciso eliminar el verdín si están muy expuestos a zonas húmedas. En el caso de que se utilicen para hacer caminos, es preciso rastrillar para nivelar y sustituir aquellas zonas que se van quedando “calvas”.
En cualquier caso, si tienes dudas, siempre puedes acudir a los expertos para que te ayuden y aconsejen mejor. Ante la duda, hay que preguntar al que sabe.
Fotos: Cortesía Amagard