Reforma moderna de un piso antiguo
No cabe duda de que los ambientes blancos, despejados y luminosos ofrecen un atractivo decorativo irresistible. Es indudable que generan una agradable sensación y deseo de estar en ellos. Este piso ha sido recientemente restaurado por Gaztelu Arquitectos, uniendo tres habitaciones para crear un gran salón con tres ambientes diferentes. Llama especialmente la atención el cuidado diseño de la iluminación de toda la zona, a partir de un falso techo con zócalo, donde se esconden un cordón de leds en tonos cálidos, y se encastraron los halógenos y el riel con focos puntuales.
Pocas pero muy selectas piezas componen la decoración de este espacio. Nada más entrar a la vivienda, se encuentra este singular sofá doble, que delimita el espacio entre el recibidor y la sala continua. Se trata de un modelo antiguo, adquirido en la tienda de Jon Urgoiti, prestigioso decorador y anticuario, de donde también proceden la consola y la escultura del recibidor.
Vista del salón que se encuentra a continuación de la entrada. Su distribución geométrica está enmarcada por el amplio ventanal vestido con estores blancos y cortinas en tono beige claro. El sofá es de la firma italiana B&B, la mesa de centro, de Anmoder y los taburetes de madera maciza, de Jon Urgoiti.
Cerrando la composición, se colocó una pareja de butacas en ante beige modelo PK22, un clásico contemporáneo del diseño nórdico, creadas en 1956 por Poul Kjaerholm, que edita la firma Fritz Hansen. En el suelo se colocó una tarima multicapa de madera de roble en color tabaco, con lamas de madera de distintos anchos (14, 21 y 30 cm), colocada con una secuencia determinada en toda la casa, que da una curiosa sensación de movimiento y rompe la monotonía de los solados tradicionales.
Vista del salón desde un extremo, en el que se se aprecia la estructura del techo falso, que permitió esconder el sistema de iluminación y empotrar halógenos en zonas estratégicas. Además, el zócalo del techo también esconde los rieles de las cortinas y el screen.
Tras uno de los sofás se colocó una librería baja, realizada en acero corten, que imita el oxidado de la viga de hierro. Mientras se realizaba la reforma se encontraron dos vigas de acero, que se limpiaron y protegieron con una imprimación especial. Además, para integrarlas en la decoración, se les hizo una base metálica pintada de negro en el encuentro del suelo y techo.
En el centro de la pared se realizó un murete estucado en gris, que acoge una chimenea de bioalcohol, de forma que su combustión es limpia y no necesita tiro. Por esta razón, se pudo colocar un televisor encima, oculto tras unas puertas que, cerradas, pasan absolutamente inadvertidas. Todas las paredes y el techo son de Pladur pintado, en tanto que el rodapié y el zócalo del techo son de madera laqueada. Esto permitió crear soluciones a medida para poder encajar los diferentes sistemas (calefacción, aire acondicionado y electricidad) tras los paneles de Pladur. Fotos: Decoratrix.