Apartamento de 25 metros cuadrados en un barrio de París
En este apartamento de 25 metros cuadrados se concentran un montón de buenas ideas tanto funcionales como decorativas para optimizar el espacio. Veréis como en pocos metros, el propietario de esta casa, un estudiante de ciencias, ha logrado crear un espacio a medida de sus necesidades, aunque no todo el mérito ha sido suyo. Para hacerlo posible, pidió ayuda a su madre, la interiorista Marianne Evennou, que ha sido la encargada de llevar a cabo el proyecto decorativo para transformar un piso viejo y destartalado en un apartamento cómodo y funcional.
Conocedora de los gustos de su hijo, la decoradora ha sabido crear un apartamento sencillo, juvenil e informal, con un toque de estilo industrial, donde el metal y la madera son los materiales protagonistas, junto a una paleta de color en tonos grises asociados al blanco y negro. El pequeño recibidor se pavimentó con losetas blancas y negras. Para darle algo de luz, se eligieron puertas de cuarterones con cristal transparente que, para mayor intimidad, se taparon en parte con visillos fruncidos.
Antes de empezar con la decoración del apartamento, Marianne insistió en que un espacio tan pequeño necesitaba algún tipo de barrera que separara la zona de estar del dormitorio. Para ello instaló un cubo central con un pasillo que deja al lado de la puerta de entrada la zona de estar y al fondo el dormitorio. En el cubo, donde se instaló la cocina, se dejaron las paredes a media altura y se integraron grandes ventanales de modo que la luz tenga el paso libre de un lado a otro.
La parte central del cubo, que da al pasillo, se dejó abierta y en ella se ha instalado una barra de desayunos de piedra negra, el mismo material que se utilizó para la encimera donde se ha encastrado el fregadero. Muy bien aprovechada, en el frente se colocaron armarios de lado a lado, mientras que bajo la encimera se esconden el horno, un pequeño frigorífico y algún hueco de almacenaje tras la cortinilla.
Al fondo del apartamento queda la zona más privada de Robin, que está encantado con el trabajo que ha hecho su madre. Un espacio sencillo, pero muy bien pensado. A un lado, la zona de trabajo con escritorio y baldas hasta el techo, al otro la cama. Un espacio de trabajo y descanso que Robin ha decorado con dibujos y esculturas de su padre, el artista Franck Evennou, que le permiten sentirse como si estuviera en la casa familiar.
El cuarto de baño se decoró en los mismos tonos que el resto del apartamento, donde los grises son protagonistas en paredes y carpintería. El lavabo se colocó sobre un pequeño pedestal de piedra. Detrás de la cortina, se esconde la ducha.
Para dar calor a la casa, se ha recurrido a una pequeña estufa Godin, uno de los modelos de hierro fundido esmaltado más populares en Francia y que se vienen fabricando desde el siglo XIX. Se ha colocado frente a la zona de estar (se ve reflejada en el espejo de la primera foto), en una hornacina con salida de chimenea. Vía: AD Magazine. Fotos: Marianne Evennou y AD.