La Embajada Madrid: cuatro restaurantes en uno
Acaba de abrir sus puertas en la capital, La Embajada, un espacio multifuncional que alberga cuatro restaurantes de diferentes estilos de cocina, cada uno de ellos gestionado por su propio jefe de cocina especializado. El responsable del proyecto de decoración de las cuatro primeras plantas y de dotarlas de una personalidad propia creando espacios totalmente diferentes, es el arquitecto portugués afincado en Monterrey, Felipe Nunes, con una reconocida trayectoria en el diseño de casinos, restaurantes y discotecas en México y EEUU. La ejecución de obra corrió a cargo de Luengo Arquitectos. En la planta baja, se ubica el Gastrobar, un espacio informal donde disfrutar desde un desayuno, unas tapas a cualquier hora del día, o hasta una copa al salir de trabajar.
La primera planta está dedicada al restaurante de cocina mediterránea: La Biblioteca, nombre que recibe porque las paredes están repletas de una amplia colección de libros. Al frente de sus fogones se encuentra Jose Luis Sánchez del Río. Lomitos de atún rojo poco hecho sobre cebolla morada en dos texturas y crujiente de cerdo ibérico, ceviche limeño de langostinos con choclos crujientes y gelatina de cilantro y espuma de maíz y arroz coconut con nueces de macadamia son algunos de los platos que se pueden degustar en esta planta.
En el segundo piso, los kanjis japoneses 大使館, cuyo significado es “Embajada”, ponen el nombre a este restaurante japonés, con un espectacular juego de luces. Está dirigido por el sevillano Sergio Hernández, especializado en cocina nikkei. Algunas especialidades de esta carta, son el roll de atún picante, nigiri de hamburguesa y huevo con trufa, uromaki de foie y pera caramelizada y el salteado de buey con shitake y verduritas y teriyaki.
Una planta más arriba, una amplia colección de calaveras de cerámica mexicanas preside la entrada del restaurante El Mexicano de La Embajada, y en cuya carta, el reconocido jefe de cocina mexicano Ernesto Diomar, ha incluido platos tan típicos como los tacos del gobernador, arrachera marinada, panuchitos de cochinita pibil o montado de coyota con cajeta y nata montada, por citar algunos.
Y por último, en la última planta y coronando esta torre gastronómica, el Sky Bar, obra de la arquitecta de interiores Gemma Pérez Bonillo (Loft 13), un espacio con bebidas Premium, y donde todas las tardes es posible disfrutar de una sesión afterwork con música chill out y deep house, a cargo de José Nández DJ Residente.
Pero en La Embajada, no sólo se puede disfrutar de la gastronomía, sino que ésta comparte especial protagonismo con una coctelería única en Madrid. Cada uno de los restaurantes está presidido por una barra diseñada especialmente a cada tipo de cocina. De esta manera, encontramos una carta de rones, ginebras y whiskies en el Gastrobar y la terraza; una carta de gin tonics con más de 30 ginebras, una amplia selección de whiskies y cócteles elaborados con champagne en el restaurante mediterráneo; un guiño a la película Cocktail con su famoso neón rosa para dar la bienvenida en la barra japonesa y donde podemos encontrar los clásicos Martinis y otros cócteles innovadores; y en el restaurante mexicano, además de diez modalidades diferentes de margaritas elaboradas con frutas naturales, encontramos una impresionante colección de 250 botellas de Tequila que visten la pared del fondo del restaurante. La Embajada. Juan Bravo, 43. Madrid.
