Decoración en blanco con contrapuntos de color
Partir de un fondo neutro, con paredes, suelo y techo en color blanco, no sólo multiplica la luminosidad y la sensación de amplitud, sino que, además, facilita mucho la decoración. ¡Todo le queda bien! El blanco encaja en cualquier propuesta decorativa –le van bien los muebles clásicos, rústicos, modernos, nórdicos…–, combina con todos los colores y ayuda a realzas la decoración. Este ático, ubicado en un edificio de 1928 de Budapest, es un ejemplo perfecto.
Con 110 m² distribuidos en dos alturas, el estudio de Margeza Design Studio se encargó de su reforma y posterior decoración, donde combinó el blanco de los revestimientos con pinceladas de contraste en tonos vivos y alegres: rojo, amarillo y azul dotan de carácter y personalidad los diferentes ambientes.
Contrapunto cromático en amarillo
El blanco es el hilo conductor de la decoración, contribuye a crear continuidad visual. Sin embargo, para diferenciar los ambientes y que cada uno tuviera su propia identidad, se animaron con colores diferentes. Para el salón, se apostó por el amarillo presente en las tapicerías.
El amarillo, además de inyectar positivismo, dará un toque moderno y fresco a la decoración, más aún si lo combinas con pinceladas negras.
Con toques verdes
Un jardín vertical es la mejor solución para lograr un ambiente desenfadado y fresco. Diseñado con plantas liofilizadas, cien por cien naturales y ecológicas: la savia es remplazada por un tratamiento estabilizante a base de glicerina natural. Las plantas de interior conservan su frescor natural sin mantenimiento alguno durante unos diez años: sin riego, sin tierra y sin luz.
Propuesta multicolor
En una estantería total white, las piezas de cristal en diferentes colores destacarán aún más. El resultado es un conjunto multicolor que, gracias al color blanco, no resulta nada agobiante. La clave está en agrupar jarrones y demás objetos decorativos por colores.
Detalles en rojo
La combinación blanco y rojo fuerte es ideal para recrear espacios modernos y atrevidos, si bien conviene usar el rojo en pequeñas dosis porque será, sin duda, punto focal de la decoración. En este comedor, la mesa blanca se acompañó de unas sillas con carcasa roja y se añadieron complementos en este mismo color. Además, para romper la monotonía del juego bicolor, se colocó un jarrón verde.
Continuidad visual con los complementos
Cuando dos ambientes comparten el mismo espacio, jugar con complementos en el mismo color es una solución para crear continuidad visual y sensación de armonía. Así se hizo en la cocina, que siguiendo la línea estética de la zona de comedor, combina fondo y muebles blancos con menaje y complementos rojos.
Explosión de color
En el dormitorio principal, se rompió la hegemonía del blanco con complementos textiles y piezas del mobiliario pequeñas: cojines con estampados de lunares en distintos colores y las mesillas rojas. ¿Has visto que bien queda el contraste con el azul klein?
Juego de texturas y materiales
El baño es un ejemplo de cómo es posible crear un ambiente de gran riqueza visual con un solo color: el blanco. Se emplearon diferentes materiales que aportan texturas y acabados distintos: el veteado del mármol, la transparecia del cristal, así como las superficies en blanco puro de sanitarios y carpintería.
Piezas del mobiliario en azul
El azul klein da un toque de vida y alegría a cualquier ambiente. Como ves, hay muchas formas de introducir colores fuertes en la decoración sin arriesgar: basta con escoger complementos en este color o alguna pieza del mobiliario de madera o metálica en azul.
Contrastes sutiles
Y terminamos como el segundo dormitorio, donde además de jugar con pequeñas dosis de rojo y amarillo, la pared se decoró con un zócalo con un decorativo perforado que aporta dinamismo y riqueza visual. En la primera planta de la vivienda, donde se encuentra esta habitación, el suelo blanco se sustituyó por tarima clara, que aporta un toque de calidez. VÍa: Design Milk.