Cómo decorar el salón con sofás esquineros
Los sofás esquineros son más versátiles de lo que pensamos, y pueden ser una excelente alternativa al tradicional juego de sofás de dos y tres plazas. Sus ventajas son incuestionables, sobre todo, porque permiten delimitar la zona del salón, haciéndola más agradable y recogida. Por lo general, los sofás esquineros se venden por módulos, con el fin de que podamos personalizar la composición según el espacio. Os enseñamos diferentes salones, grandes y pequeños, donde el sofá esquinero es el protagonista. Son imágenes con productos de la tienda online West Elm.
Sofá esquinero en ángulo curvo
Este elegante diseño está formado por tres módulos sin brazos: uno de dos plazas, otro curvo y una butaca. De estilo retro, muy años 50, lleva el respaldo tapizado en capitoné, con un tejido que mezcla poliéster, lino, algodón y acrílico, con textura rugosa. Por supuesto, el gris es uno de los colores favoritos en las decoraciones modernas: es sufrido, elegante y casa con todo.
Sin tocar las paredes
Una de las ventajas que tienen los sofás esquineros es que se pueden colocar exentos, sin estar pegados a las paredes. Esto no siempre es posible con los sofás tradicionales, que quedan raros en medio de una habitación, sin un mueble de apoyo. Este es el modelo Round Retro Sofá.
Sofá con chaise longue
Otra de las fórmulas para crear una zona de estar con sofás en ángulo es combinar un módulo chaise longue, en lugar de otro módulo idéntico. En esta imagen, el sofá Peggy se ha tapizado en gris piedra claro, que combina con tonalidades azul aguamarina. El resultado es un salón contemporáneo, elegante y acogedor.
Para espacios pequeños
Los sofás esquineros pueden solucionar el problema de espacio en salones estrechos y pequeños, donde no haya opción de colocar dos sofás. La colección Jackson permite ampliar la tercera plaza del sofá en un reposapiés, no muy largo, de forma que cabe prácticamente en cualquier espacio.
Completar con más asientos
Nos encanta este salón, super chic y ecléctico, con el sofá Crosby como protagonista. Como no es muy grande, se ha completado con un puf y una butaca que cierran el ambiente frente a la chimenea. Como veis, el gris sigue siendo el color elegido por West Elm, aunque en realidad tienen más de 60 modelos de tapizado donde elegir.
De líneas minimalistas
No podía faltar un diseño minimalista aplicado a los sofás esquineros, que se prestan especialmente a las líneas rectas. El modelo Lorimer permite múltiples composiciones de sofá, con anchos reposabrazos, chaise longue o con butaca acoplada en esquina.
Decoración cálida en tonos dorados
Después de tanto gris en la tapicería de los sofás, cerramos nuestro recorrido con este acogedor y cálido espacio decorado en tonos amarillos y beiges, combinado con elementos naturales en madera. Aunque no lo parezca, es el mismo modelo de sofá Lorimer que el de la imagen anterior, lo que demuestra que los sofás esquineros son mucho más adaptables y flexibles de lo que solemos creer. Así que, si siempre has querido tener uno, ¡a por él! No te arrepentirás jamás.