Una casa muy particular en Los Pirineos
No hacen falta muchas palabras para acompañar las imágenes de esta bella casa en un pueblo de Los Pirineos. Pero como entender la belleza nos hace más humanos, os voy a contar lo que he averiguado sobre ella desde que me quedé ensimismada contemplando estas fotos. Se trata de una casa nueva construida sobre una casa tradicional de mampostería seca, técnica constructiva tradicional en Los Pirineos.
La comparten padres e hijos, por lo que desde el principio se pensó como dos casas independientes, separando hogares pero compartiendo experiencias. La parte superior se concibió como una cubierta ligera y diáfana que aloja toda una vivienda independiente. Los extremos son un cerramiento contínuo de cristal que introduce dentro de la casa el espectacular paisaje del lugar.
El interior es muy simple, pero a la vez tremendamente cálido. Suelo de madera rojiza, la claridad del blanco en las paredes y colores neutros en el mobiliario, con un toque vital de anaranjado en el mueble a medida que funciona como separador entre la cocina y el comedor. Algunas piezas de diseño, como la silla metálica Bertoia de Knoll y la limpia silueta de las sillas Urban de Ikea en torno a la mesa de comedor.
El proyecto de esta casa es un buen ejemplo de como las formas de las arquitecturas locales pueden conservarse y potenciarse contrastando con una arquitectura nueva y radicalmente moderna. También se fusionaron las nuevas tecnologías con los conocimientos locales para lograr un edificio sostenible en un entorno climático extremo. Esta vivienda es un proyecto del estudio de arquitectura Cadaval & Sola-Morales.
