Una butaca para relajarse

Esta butaca parece hecha para perderse dentro y no salir nunca más...; su diseñador, Henrik Pedersen, se inspiró en las líneas curvas de las pelotas de tenis. A mí me parece una butaca sonriente, el asiento que se curva hacia arriba parece una sonrisa que te recibiera al volver a casa. No estaría mal que los muebles de tu casa te dieran  bienvenida al llegar: que tu butaca te obsequiara con su mejor cara, tu sofá aplaudiera invitándote a una siesta blandita y mullida o tu lámpara cimbreara su esbelta cintura para darte solo la luz que necesitas para relajarte.

Todas estas locuras me las ha inspirado esta butaca que se llama Imola y mide 110 x 95 x 99 cm. Se le puede acoplar un reposacabezas y está disponible tanto en piel como en diferentes tejidos. La comercializa la firma danesa BoConcept.