Un salón de 32 metros con zona de estar, comedor y cocina integrada
Estaréis de acuerdo conmigo en que 32 m² de superficie son más que suficientes para ubicar una zona de estar y de comedor con la cocina integrada. Pero en cualquier caso nunca está de más buscar soluciones para evitar que el espacio resulte recargado. ¿Por ejemplo? Piezas de diseño ligero, tonos claros, complementos bien elegidos y paredes despejadas potencian la sensación de amplitud. Es más: al unir habitaciones para crear un solo ambiente no sólo se logra mayor sensación de espacio, sino que además se gana en comodidad.
Sin duda, la distribución de los muebles fue clave a la hora de lograr un salón despejado. El sofá se colocó pegado a la pared que queda justo frente a la zona de comedor, de manera que se facilita el paso entre ambos ambientes y, además, se consigue ampliar visualmente el espacio. Respeta la circulación. Aunque te parezca evidente, es muy frecuente que la mala distribución de un espacio se deba a obstáculos innecesarios (fijos y móviles) en zonas de paso y acceso. Sofá Sada, con tela Hudson, a rayas, y butaca Berlín. Todo, de KA International. Sobre el televisor, un grabado de una obra de Chillida.
Sé práctica a la hora de elegir los muebles. Busca diseños que te faciliten la vida. No te empeñes en colocar la mesa de centro de tus sueños si ésta se va a convertir en un estorbo. Los metros mandan. Aligera el espacio en la zona de estar con un juego de mesas nido o una mesita auxiliar, pues una de centro tradicional, de 1,20 m de largo, puede resultar demasiado grande y dificultar el paso en esta zona. Sofá Sada, con tela Hudson, de KA International y mesa auxiliar laqueada en blanco, de Balda.
Para el comedor, mejor una mesa extensible, de fácil apertura, que no ocupe mucho espacio de forma permanente. Ésta es un modelo de Casa Actual para El Corte Inglés, que se acompañó con las sillas Kohl, de La Oca, tapizadas en gris claro.
A pesar de las reducidas dimensiones de la cocina, un diseño bien planificado permite aprovechar cada rincón. Los muebles, que combinan acabados wengué y gris, se organizaron en forma de U, de manera que uno de los frentes cierra la cocina propiamente dicha y queda independizada de la zona de comedor. Además, en este extremo la encimera de Silestone se prolongó para crear una barra de desayunos con dos taburetes, de El Corte Inglés.
En el lateral que coincide con el comedor se abrieron cajones y armarios hacia esta zona, a modo de aparador. Fotografías: Decoratrix.
