Un hotel en Asturias: Palacio de Rubianes
En la falda del macizo del Sueve, en un privilegiado valle donde reina el silencio, se encuentra el Palacio de Rubianes, un antiguo palacio asturiano (y antes, un caserón destinado a labores de agricultura y ganadería) convertido en un hotel único, tanto por su enclave como por el encanto de su construcción. El arquitecto Fernando Castellón Campuzano se encargó de diseñar cada una de las estancias de forma única, respetando los elementos y materiales originales. Los ambientes, decorados en tonos suaves y naturales, conservan los profundos muros de piedra, la viguería de madera vista o las características ventanas de los edificios nobles asturianos del siglo XVI.
La cuidada decoración es otro de los atractivos de este hotel. Si bien todas las habitaciones son diferentes, en ellas se apostó por una paleta en tonos suaves y naturales (camel, beis, blanco y crudo) para recrear ambientes armónicos y serenos, que no hay duda de que invitan a desconectar del ajetreo diario y disfrutar de unos días de descanso en cualquier época del año. Las fotos que acompañan a estas líneas pertenecen a la Junior Suite Rubianes, ubicada en lo alto de la zona noble del Palacio, completamente abuhardillada. Si quieres conocer el resto o ampliar la información, entra en www.palacioderubianes.com. Fotos: Decoratrix.
