Un dormitorio de estilo mediterráneo

No queremos pecar de pretenciosos al intentar, en pocas líneas, describir el estilo mediterráneo, como si fuera uno sólo, cuando en realidad se trata, más que de un estilo, de una forma de entender la vida. Tampoco quisiéramos incurrir en tópicos, como el de las paredes encaladas, las contraventanas azul índigo y el barro y la cerámica artesanal. Todo es mucho más complejo y, sin duda, las casas baleares cuentan con una personalidad propia que apenas se parece a la típica vivienda de las islas griegas. Arriba: sobre la cama, cojines realizados con cintas de colores, hechos a mano en la India. Pero si en algo coinciden todas las estéticas que nacieron bajo la luz mediterránea es un el culto al blanco, una adoración casi reverencial, que sólo puede ser mancillada por pequeñas dosis de color: pigmentos especiados (curry, azafrán, clavo...), la familia de los azules o la gama que va del rojo al caldero.

Aparecen en escenas completamente blancas o sobre tapices naturales, para realzar elementos determinados: un asiento, el respaldo del sofá o la superficie de la cama. Para ejemplificar esta forma de introducir un golpe de color, hemos elegido estas imágenes auténticas, pues pertenecen a Catalina House, una exquisita tienda de decoración enclavada en Formentera, donde el estilo mediterráneo no se imposta, sencillamente se respira. En la foto: antiguas francesas, que originalmente fueron sacos de linos para harinas y cereales.

Hemos hablado de los colores, pero ¿y los motivos? Múltiples y variados, nos quedamos con un clásico, las rayas en distintas interpretaciones artesanales. Y os adelantamos que este verano vienen con fuerza. Comprobadlo en los escaparates que ya están vestidos de buen tiempo... Sobre estas líneas: cojines confeccionados con telas a rayas, de clara inspiración costera.