Un baño rústico

Generalmente asociamos lo rústico a una paleta de color oscura: piedra o ladrillos tostados por el tiempo, maderas majestuosas como el nogal y el castaño, hierro forjado en negro, etc. Pero hay un rústico diferente, quizás no muy enraizado en nuestras tierras porque viene del Norte, pero cuya aceptación cada vez es mayor porque nos ofrece interiores suaves y armoniosos, bien alejados de la dureza y del contraste de los materiales citados. Y un ejemplo es este baño que respira calma y tranquilidad. Paredes con un acabado rústico pero simulando un empanelado de madera en dos tonos de gris, suelo también de madera lavada... El trabajo de forja del mueble lavabo se ha matizado con una pátina blanca y la encimera es una chapa de zinc envejecida en la que va empotrada el lavabo, una pila antigua de mármol. El espejo, de madera sin tratar y luego decapada, está inspirado en antiguas contraventanas. Todo de Provence&Fils. Fotos: Decoratrix.