Salón moderno, en tonos grises y rojos
Moderno, acogedor, sereno y elegante. Así es este salón, cuyo fondo en color blanco, no sólo contribuye a ampliar visualmente el espacio y multiplicar la luminosidad, sino que además ayuda a realzar la decoración.
Con los cojines y demás complementos en color rojo, blanco y beis, se consiguió animar el ambiente y aportar dinamismo y vida a la zona de estar, en la cual predomina la gama de los tonos grises.
Los sofás, de idéntico tamaño, son de Icíar de la Concha, con tapicería de Gastón y Daniela; la alfombra, las lámparas de pie y los cuadros, de Camino a Casa; y la mesa de centro, con sobre rectangular, se adquirió en Becara.
En muchas ocasiones, los radiadores dificultan o entorpecen la distribución de los muebles, además de restar metros útiles a las habitaciones. Por eso, en este salón, que si hay algo de lo que no puede presumir es de ser especialmente amplio, se optó por empotrar un radiador vertical en la pared donde se apoya uno de los sofás. El suelo es el laminado Tundra, de Ikea.
Por mucho que nos empeñemos, no siempre es posible situar el televisor frente al sofá, ni siquiera colgado en la pared. Las dimensiones y, sobre todo, la planta del salón determinarán esta decisión. ¿Qué la cosa se pone difícil? No pasa nada: todo es cuestión de aguzar el ingenio.
En esta ocasión, se ha aprovechado un retranqueo de la pared para instalar unas baldas y una repisa debajo de la ventana con suficiente fondo como para colocar el aparato de pantalla plana. En el hueco que queda hasta el suelo, una mesita auxiliar hace las veces de mueble para el DVD.
A uno de los lados del sofá, se colocó un baúl, de Becara, en lugar de la tradicional mesa auxiliar. Y en el suelo, dos alfombras, de Camino a Casa –una roja y otra blanca–, de esta forma quedan perfectamente delimitados los dos ambientes que comparten espacio: zona de estar y comedor.
Cuando zona de estar y comedor comparten espacio, es preciso buscar soluciones para que estos ambientes formen un conjunto equilibrado y armónico. Los revestimientos son un recurso sencillo y eficaz, tanto para comunicar como para delimitar visualmente dos ambientes, igual que los tonos, materiales y muebles: similares, si se busca la unidad; y contrastados, si lo que se pretende es diferenciarlos. ¡Así de sencillo! Proyecto de Marco Gaztelu. Fotos: Decoratrix.