Piso de estilo nórdico en el centro de Estocolmo
¿Qué hace de este salón un ambiente atractivo y lleno de vida? Sin duda, los textiles y complementos en vivos colores sobre un luminoso fondo blanco; una de las claves de la decoración de estilo escandinavo. Las paredes blancas, el suelo de madera, muebles de diseño, estancias ordenadas, grandes ventanales y espacios abiertos que permiten que la luz fluya de un ambiente a otro... ¡Lo qué nos gusta un pisito de estilo nórdico!
Salón, comedor y cocina comparten el mismo espacio. Los tres ambientes quedan unificados gracias al color blanco de paredes, techo y carpintería, si bien se jugó con diferentes recursos para delimitarlos visualmente: una alfombra marca la zona de estar; el comedor se decoró con muebles de un estilo diferente al del resto del salón y la cocina se independizó parcialmente con una isla.
¿Dónde está la tele? Todavía a quien prefiere esconder la pantalla, por muy moderna y plana que sea, tras las puertas de un mueble a medida. Acordaos de la época de esos enormes televisores de tubo, entonces en las casas que veíamos publicadas en las revistas nunca encontrábamos la tele. Incluso se preparaban reportajes con ideas y muebles para que el televisor no desentonara con la decoración del salón. Con las pantallas planas, la cosa empezó a cambiar, y descubrimos que en esas "casas de revista" también se ve la tele.
Una isla, que hace las veces de mesa de trabajo, independiza la cocina del comedor. Se realizó en el mismo color y acabado que el resto de los muebles de la cocina, en blanco; mientras que para el comedor se escogió una mesa redonda de madera acompañada de cuatro sillas de fibra. Además, para que los muebles de la cocina no rompiesen con la decoración del espacio, pues se ven tanto desde el comedor como desde la zona de estar del salón, se escogieron puertas lisas, sin tiradores, y los electrodomésticos, integrables.
El dormitorio principal, sencillo y minimalista, se decoró en blanco y gris. C0n esta combinación se logró una atmósfera serena, elegante y a la última.
Para la habitación infantil, se escogió una cama nido, con espacio útil para colocar una segunda cama o bien unos cajones con ruedas. En el dormitorio de los niños, las zonas de almacenaje son un "bien muy preciado": su ropa, los juguetes, los libros, el material del cole, en fin, todas sus cosas requieren muchos armarios y cajones.
Estético, funcional y muy bien aprovechado. Así es el cuarto de baño. Decorado por completo en blanco, su distribución en línea facilitó optimizar el espacio al máximo: al fondo, una bañera con patas, a continuación, el inodoro y un mueble de lavabo, volado y con amplios cajones, y por último, independizados por un tabique de medio cuerpo, la lavadora y la secadora en torre. ¡Una idea para copiar!
