Pintar una pared de un color diferente
Pintar una pared de un color diferente al de las demás es un recurso decorativo perfecto para destacar ese frente y realzar la decoración. Por eso, a la hora de escoger ese color de contraste lo suyo es que sea un tono totalmente diferente a las otras paredes. Cuando son blancas es fácil, pero ya sabemos que no siempre es así. Ten en cuenta que esa pared será punto focal de la decoración y si quieres destacar más de un frente, lo ideal es que sean los frentes sean opuestos.
Sin duda, pintar una pared es una forma original de decorar una habitación. Las estancias en las que más se suele aplicar este recurso son en el salón, en la pared del sofá; en el comedor, para delimitarlo visualmente de la zona de estar, y en el dormitorio, en la pared del cabecero. Pero no siempre tiene por qué ser así.
Pintar una pared diferente es una práctica muy utilizada para destacar la pared de la chimenea, por ejemplo, o un frente convertido en improvisada "galería de arte", como en este caso.
En cuanto a la forma de combinar los colores, una opción es alternar el blanco con un color fuerte y llamativo, pero que coordine con el resto de los tonos de la decoración, es decir, con el mobiliario, los textiles y complementos del salón.
La otra opción, cuando el salón no es blanco, es jugar con tonos de la misma gama cromática, que armonicen y contrasten.
La alfombra es de la firma Loom, los muebles de Jardan, y la cerámica y los cojines, de Bonnie and Neil.
En este caso, el azul klein elegido para pintar una de las paredes del salón ayuda a realzar no sólo la decoración, sino también, y especialmente, la colección de obras de arte expuesta, ilustraciones de Kirra Jamison.
Es probable que estéis pensando que no estamos en una vivienda real y estáis en lo cierto. Estas imágenes pertenecen a uno de los espacios de The Design Files Open House, una exposición de arte y diseño australiano que se celebra en Melbourne y Sidney. Algo así como nuestro Casa Decor.
Fotografías: Brooke Holm.
