Petunias, belleza y colorido en exteriores

Espectaculares macizos de petunias blancas como los que engalanan las calles de Madrid, pueden lucir esplendorosos este verano en tu jardín o en tu terraza. Y es que esta flores, en todas sus variantes, son una de las más bonitas para decorar exteriores. Además de su atractivo, y aunque puedan parecer flores delicadas debido a su aspecto frágil, lo cierto es que son muy resistentes y de fácil cuidado. Un buen drenaje y mucho sol son elementos suficientes para que crezcan coloridas y resplandecientes.

Las petunias, tal y como las encontramos hoy en día, Petunia hybrida, proceden de Petunia nyctaginiflora, descubierta en el siglo XIX por una expedición francesa que la importó de Brasil, de donde es originaria además de Argentina. Aunque originariamente esta especie solo contaba con flores blancas, hoy día existe una gran variedad cromática de petunias, que va de colores más puros y fuertes a otros más pastel. Dentro de los puros el más demandado o utilizado es con diferencia el rojo, seguido del blanco, del rosa y el azul, aunque también existen variedades naranjas y amarillas.

Sus llamativas flores sirven para decorar el alféizar de una ventana, maceteros, cestas colgantes y cualquier zona del jardín o situada en el interior de una habitación luminosa. Necesitan una buena ubicación soleada para crecer con éxito. Hay que proporcionarles gran cantidad de agua, sobre todo en verano, y más aún cuando se encuentren a pleno sol, y quitar a menudo las hojas marchitas ya que afean notablemente su aspecto. Entre junio y septiembre se tiene que ir añadiendo al agua de riego unas gotas de fertilizante líquido para plantas con flor, cada dos semanas, una vez que se hayan formados los pimpollos, (las flores hay que procurar no mojarlas).

Casi cualquier ubicación es apropiada para cultivar petunias, desde cestas colgantes a jardineras en balcones o macetas en ventanas como directamente en los terrenos de nuestros patios. Fotos: Plantas & Jardín, Los Mundos de Momó y Pinterest.