Paredes de ladrillo, rústicas y naturales

Este post se lo dedico a un querido amigo que anda desesperado con las paredes de su casa. Es una casa que compró ya reformada y en ellas reluce un "gotelé" absolutamente salvaje. Ambos pensamos que el mundo realmente se divide en dos clases muy diferenciadas: los que tienen gotelé y los que tienen la felicidad total de poseer unas paredes lisas. Pero a lo que íbamos, mi amigo anda buscando soluciones no muy costosas para eliminarlo para siempre. La solución tradicional es picar o tender sobre lo existente una nueva capa de escayola, y además hay nuevos productos en el mercado que sustituyen la labor del picado, tarea muy costosa y polvorienta. Pero yo le he propuesto una travesura: ya que se trata de una vivienda antigua, descubrir todo el enlucido y tratar de rescatar el ladrillo original. Al menos en algunos lugares.

Estas fotos son muy inspiradoras, aunque quizás no quiera que su casa tenga un aspecto tan de loft industrial. De todas formas, el ladrillo en su esencia, con todos sus parches y remiendos, me parece mucho más acogedor que esas paredes llenas de picos y montañas que con su volumen poderoso, sus luces y sus sombras, anulan todos los intentos decorativos para disimularlas.

Una de las bondades del ladrillo es que al ser un material de aspecto natural, admite bien todas las paletas de color: desde la madera en todas sus gamas, la neutralidad del blanco y cualquier toque de color vivo. Visto en Apartment Therapy.