Nº 3, nueva tienda de joyas de diseño en Madrid
Seguramente lo habréis imaginado al ver los expositores y los collares que lucen. Sí, se trata de una tienda que vende joyas, pero es mucho más que eso por muchas razones: los muebles reciclados y las originalísimas lámparas que la decoran, y ante todo, por los tesoros que contiene. Se llama Nº 3 y nace con vocación de franquicia de la imaginación de Concha Díaz del Río, fundadora de Uno de 50. Su creatividad está presente en todos los rincones de esta luminosa tienda ubicada en la calle Santa Teresa, en una zona de Madrid que desde hace un tiempo alberga locales con mucho ingenio y glamour.
Las joyas de Nº 3 se exhiben en los contenedores más sugerentes: los cinturones de cuero y hebilla de plata, en los cajones de un mueble de los que encontramos todavía en las ferreterías, eso sí, recuperado por Concha y pintado de blanco. Las pulseras, realizadas en cuero de distintos colores —las de color morado son mi perdición—, en jarrones de cristal colocados en posición invertida.
¿Y qué me decís de la presentación de los pendientes? Cada pareja unida a una etiqueta de la marca, prendidos en un lienzo y rodeados de utensilios de carpintero —¡qué maravilla la regla desplegada como una lanza!— y de los útiles de un dibujante enamorado de su trabajo.
En una vitrina de ensueño las obras terminadas comparten protagonismo con las bobinas de cuero en todos los colores imaginables. Para esta temporada, Nº 3 apuesta por el púrpura, el verde oliva, el azul noche y el marrón chocolate, pero yo no me resisto al fucsia y al verde lima, ¡qué flechazo! Mirad qué ingenioso el sistema escalonado de escuadras para colocar las baldas de cristal y aumentar la capacidad de almacenaje de la vitrina, dejando a la vista todos los productos.
Para que la tentación no encuentre tregua, los anillos crecen y se multiplican con los diseños más variados. Pero ¡ay! las pulseras que de nuevo salen a nuestro paso propulsadas desde las puertas de unos archivadores metálicos. Difícil resistirse a tanta belleza. Yo ni lo he intentado: salgo de la tienda con un collar-colgante… ¡púrpura! Fotos: Decoratrix.
