Un loft decorado en blanco
La tendencia de abrir la cocina al resto de la casa obliga, en muchos casos, a buscar muebles de diseño depurado, sin tiradores, con un acabado que combine con el mobililario de nuestro salón. Eso precisamente ocurre en esta cocina que, si no fuera por el fregadero, una bandejita llena de salsas y especias y la Nespresso, podría pasar por cualquier otra estancia de la casa. Los armarios de suelo a techo que vemos al fondo son una despensa, pero bien podrían pertenecer a un salón.
Estamos en una cocina reducida y organizada en una isla central que cuenta con una zona volada, acompañada de un par de taburetes, para utilizarla también como barra de desayunos. Y en lugar de campana extractora, se instaló la maravillosa lámpara de techo Dear Ingo creada por Ron Gilad para Designfenzider y que distribuye la firma holandesa Moooi.
La isla, con encimera de Corian, acoge el fregadero, la placa, el horno y, cómo no, valiosas e imprescindibles zonas de almacenamiento, pero además, sirve para independizar la cocina del comedor. Ambos espacios se decoraron en los mismos colores y criterios estéticos para crear continuidad y, de paso, ganar sensación de amplitud visual.
Y tras el comedor, el salón, decorado con un sofá en forma de L. Pequeño en espacio, pero grande en estilo. Así es este apartamento holandés, proyectado y diseñado por el estudio de arquitectura Hofman Dujardin Architects, cocina, comedor y salón comparten el mismo espacio, conectados entre sí, sin ningún tipo de división y es el color blanco el encargado de garantizar ese diálogo armónico entre los diferentes ambientes. Fotos: Matthijs van Roon, a través de Contemporist.
