La habitación azul, por La Fibule
¿Te atreves con un sofá azul? Y quién no con el modelo Lawford, de La Fibule, que destaca incluso sobre un fondo decorado en la misma gama de color: un zócalo de madera pintada y un papel con un llamativo, aunque elegante y refinado, estampado en rosas y verdes. Su tapicería de terciopelo transmite una sensación extremadamente suave y su color, azul añil, imprime carácter a la estancia. Junto a él, la lámpara de pie Matisse, de la misma firma.
El azul añil, que nace de la mezcla de azul y rojo, es ideal para lograr atmósferas alegres y optimistas, aunque conviene reservarlo para estancias que reciban mucha luz natural, pues su intensidad puede restar luminosidad al espacio. De ahí que normalmente se combine con muebles en madera clara o laqueados en blanco para aligerar la decoración, pero viendo estas fotos no hay duda de que el añil es un fondo perfecto para muebles antiguos o piezas que queramos destacar por su exclusividad o belleza, como el aparador y la cómoda Jude.
Y si un sofá en terciopelo azul te parece too much, siempre puedes optar por colocar un par de sillones en color turquesa, un tono fresco y relajante, y combinarlo con blancos, verdes o azules. Por cierto, este tono va genial con muebles y complementos en madera oscura. Se crea un fuerte y precisoso contraste ideal para aportar un toque de modernidad a la decoración. En la foto, sillones Intimiste, de La Fibule.
