Juguetes reciclados en esculturas de plástico

Érase una vez, un escultor londinense llamado Robert Bradford, el cual ya desde muy pequeño supo que quería ser artista. Estudió en varias escuelas de arte, como la Royal College of Art de Londres; incluso llegó a trabajar como psicoterapeuta para poder desarrollar sus dotes artísticas sin necesidad de depender de las ventas. Un día, en su estudio, descubrió una caja llena de juguetes que sus hijos habían abandonado. A ellos ya no les interesaban para nada y, sin embargo a él le fascinaban sus múltiples formas y colores. Fue entonces cuando decidió crear algo a partir de esas piezas de plástico.

Más que la idea del reciclaje o una preocupación por el medio ambiente, a Bradford lo que le seducía, además de las razones estéticas, era el hecho de que todos esos juguetes escondían una historia. Super héroes, animalitos, pistolas, teléfonos, monstruos, varitas mágicas, pero también peines y cepillos, botones y pinzas para la ropa dan forma a una impresionante y original colección de esculturas de plástico.

Para conseguir que las esculturas tomen la forma deseada, Bradford atornilla los juguetes a una estructura de madera. Como muestran las imágenes, el resultado es siempre muy divertido y colorista. Tanto que su trabajo ha sido expuesto en ciudades como Londres, Nueva York, Paris, Amsterdam, Flanders y Bangkok entre otras.