Huevos de Pascua
En estos días de Semana Santa los escaparates de las pastelerías se llenan de originales huevos de Pascua (como éstos, elaborados artesanalmente con chocolate belga por Chocolat Factory). Según la costumbre popular, los padrinos se los regalan a sus ahijados el Domingo de Resurrección. Pero ¿de dónde viene esta tradición? Para encontrar sus orígenes es preciso remontarse muchos siglos atrás, cuando la iglesia católica prohibía comer huevos durante la Cuaresma. Los fieles los conservaban en sus despensas para, una vez pasada la restricción, regalárselos a sus seres queridos en Domingo de Pascua. Desde entonces la elaboración de estos huevos se ha ido perfeccionando dando lugar a verdaderas obras de arte esculpidas en sabroso chocolate. Fotografía: Decoratrix.
El huevo simboliza vida nueva, nacimiento, fertilidad. Por eso, los egipicios y los persas acostumbraban a regalarse huevos pintados para festejar el inicio de la primavera. ¿Te animas a emularlos? Además de un bonito detalle para regalar a tus seres queridos, puedes utilizarlos para crear originales y decorativos centros de mesa. Tranquila, es muy fácil. Primero, vacia los huevos. Para ello, realiza dos pequeñas punciones en los vértices de los huevos crudos con cualquier aguja de coser y sopla por uno de los lados para retirar la yema y la clara. A continuación, lávalos y por último, píntalos, lisos o decorados con círculos, rayas, florecitas... Fotografía: Decoratrix.
Otra idea, un poquito más sofisticada, que nos propone la firma de herramientas Dremel: huevos de Pascua calados. Ya sabes, lo primero: vaciar los huevos. Y lo más importante: necesitas una herramienta específica que facilite el trabajo más minucioso, por ejemplo, la Dremel 200 Series , y para adornar los huevos con la técnica del puntilleo, el accesorio Punta de Diamante con el complemento Eje Flexible, ambos de la misma firma. Sólo tienes que trabajar con mucha delicadeza para que el huevo no se rompa. Para finalizar, adorna los huevos con lazos.
Ya lo dicen los catalanes, Pasqua sense ous, com Nadal sense torrons, o sea, una Pascua sin huevos es como una Navidad sin turrones. Pero no todo son simplemente huevos... En Cataluña (y cada vez más en el resto de España), los días que preceden a la Semana Santa, las pastelerías se llenan de curiosos dispuestos a adquirir alguna mona de chocolate, que los padrinos regalarán a sus ahijados el Lunes de Pascua. Divertidas y originales creaciones que representan personajes de cómics, dibujos animados o cuentos que están de moda en ese momento. Arriba, el maitre chocolatier de Chocolat Factory, Michel Laline, en pleno proceso creativo al ritmo de la canción All I want is you.
