El nuevo vintage o una visión global sobre la decoración
Ya hace un par de años que el estilo vintage arrasa en ferias, exposiciones, revistas de decoración y tiendas. Como vintage se entiende aquellos artículos (desde ropa hasta automóviles) que han pasado a ser un clásico del diseño sin llegar a ser antigüedades propiamente dichas. Sin embargo, revisten exclusividad y valor por ser objetos raros y difíciles de encontrar. A la par, han ido apareciendo firmas que producen objetos de inspiración vintage, reproducciones de objetos clásicos del siglo XX. Sin embargo, ahora nos hemos encontrado con otras firmas que le han dado una vuelta de tuerca a la interpretación vintage, y en Decoratrix lo hemos bautizado como el nuevo vintage, o lo que es lo mismo (suena super interesante), el neovintage.
La firma holandesa HK Living nos ha dado la pauta para esta nueva interpretación del vintage que va más allá, y que incorpora lo étnico, mezcla el diseño clásico del siglo XX, lo viejo con lo antiguo, la madera con el PVC, los años 50 con los 80...
El nuevo vintage se despoja de ese aire un poco campestre, melancólico y romántico, y se convierte en un estilo mucho más informal, alegre y colorido.
Un estilo ecléctico que mezcla estampados de diferentes procedencias, materiales y estilos muy dispares, pero que, bien conjugados, producen un efecto sin igual, original y pocas veces visto.
Hay un especial interés en la manualidad, en los objetos tejidos y en las piezas artesanales... De ahí que rescanten mucha manufactura tribal, de Latinoamérica hasta Asia, aportando un plus de "lo propio", lo no copiado.
También los elementos orgánicos, primitivos, rústicos y casi bastos tienen un lugar en este nuevo neovintage. Objetos de factura muy rudimentaria, asimétrica e irregular, casi sin terminar, que los hace únicos al no estar producidos en serie.
Y por supuesto, como mucho del diseño moderno actual, no está exento del factor emocional, del guiño de humor, del objeto que da qué pensar. Ellos mismos se definen como una visión global sobre la decoración, por lo que van captando de aquí y de allá: objetos industriales, textiles de inspiración maya, muebles provenzales, souvenirs londinenses... Una omellete que ha dado, desde luego, un resultado único y muy particular.
