Calientaplatos de Brabantia

Seguro que os ha pasado más de una vez. Invitas a unos amigos a comer, tienes la menestra preparada y uno de ellos se retrasa. Las verduras se quedan frías y el plato que has preparado con tanto mimo pierde toda la gracia, ¡vaya disgusto! Pero no me volverá a pasar: he descubierto unos calientaplatos de Brabantia a prueba de amigos tardones, ya que mantienen la comida caliente en la mesa hasta la hora de servirla. La superficie de estos calientaplatos es de aluminio, un material que propaga y conserva el calor durante más tiempo, y están muy bien pensados: disponen de apagavelas que se manejan desde fuera –así no hay peligro de que nos quememos–, y de asas "frías" para poder moverlos incluso cuando están calientes; además, gracias a su diseño compacto, se pueden apilar a la hora de guardarlos en el armario.

Se presentan en versiones de una y dos velas, y en cuatro modelos para que elijamos el que mejor vaya con la vajilla: cuerpo blanco o negro combinado con el gris del aluminio; y cuerpo en acero brillante o acero mate con la superficie de aluminio en negro. Desde 18 € el de una vela y 26 € el de dos velas.