¿Os acordáis de las macetas de Good!, ésas que era posible personalizar con fotos? No es exactamente la misma idea, pero no me negaréis que algo sí tienen en común con el jarrón Wig (peluca, en castellano): asociar flores y plantas de interior con cabezas humanas y jugar con las plantas como si de un corte de pelo o un espectacular peinado se tratara.
Este innovador soporte para plantas y arreglos florales, una mezcla entre jarrón y escultura, es obra de Tania da Cruz, una joven diseñadora portuguesa afincada en Italia.
Plantas y flores a modo de pelucas de hombre, de mujer, punkies, afros... Las posibilidades decorativas de este jarrón de porcelana blanca son infinitas. Como veis, es cuestión de imaginación y mucha maña a la hora de colocar ramas, hojas y flores.
Y cuando el jarrón está sin flores, vacío, luce como un complemento decorativo más, a modo de moderna escultura. Aunque bien podría utilizarse como maniquí para sombreros o portapelucas. Por cierto, el corazón de porcelana que aparece colgado en la pared es la lámpara aplique Sacro Cuore, de la misma diseñadora.