Una casa de lujo a las afueras de Marrakech

El lujo contemporáneo está representado en esta vivienda de manera sutil y exquisita. Lejos de los brillos y la extravagancia, en esta casa se respira luz y espacio, los verdaderos conceptos de lujo. Muebles modernos de líneas rectas, revestimientos con texturas, jardines interiores y elegidos complementos étnicos son las claves de este cóctel que se surte de la cultura árabe y del refinamiento europeo.

Quizás esto les interese a los apasionados de la Ciudad Roja, Marrakech, que deseen vivir a tan solo 12 km de la Medina, en un domaine privado. Ya os habíamos hablado del hotel Royal Palm Marrakech, pero lo que no os habíamos contado es que, en este gran proyecto de 234 hectáreas, hay una zona reservada a viviendas residenciales junto al hotel. El Domaine Royal Palm es una urbanización privada que comparte el magnífico campo de golf y las instalaciones del hotel, además de tener su propio country club, ahora en construcción.

La decoración de esta casa, al igual que la del hotel, corrió a cargo de Marilin Spataro, una reconocida interiorista francesa asentada en Marrakech, donde ha desarrollado otros grandes proyectos hoteleros y residenciales. En la decoración de las viviendas, al igual que en el hotel, se percibe claramente su gusto por la rica artesanía local (lámparas, textiles, revestimientos, piezas ornamentales...), pero conjugadas en perfecta armonía con un mobiliario refinado en terciopelo y madera de vivos colores, que ponen el punto de color en una caja de color arena.

Muchos de los diseños que hay en la vivienda fueron diseñados por Marilin y elaborados en pequeños talleres de la zona, como este mueble de palillería. El suelo es de mármol travertino, cuyo efecto desigual se prolonga en las paredes estucadas en el típico color de las viviendas marroquíes: un color arena que, dependiendo de la luz, a veces es más blanquecino, otras veces rosa o tirando a amarillo.

El salón comparte espacio con el comedor, sin obstáculo visual alguno. Toda esta zona se abre al fabuloso jardín con piscina privada, formando una L de grandes puertas acristaladas. La mesa de comedor, realizada en madera maciza, está acompañada de sillas de tiras de cuero con cojines. Sobre la mesa pende una lámpara de rafia artesanal.

Uno de los elementos arquitectónicos más sorprendentes (y apetecibles) es el patio interior que se encuentra en la entrada de la vivienda, y que divide la planta en zona social y zona privada. El juego de los cristales permite tanto que el jardín exterior penetre en el interior, como gozar de una singular vista del salón desde afuera.

 

En esta zona el mármol del suelo se ha sustituido por pequeñas baldosas de cerámica moldeada a mano, que le da una textura muy singular al suelo irregular. Mañana os enseñaremos el resto de la vivienda, para que podáis degustar con tranquilidad este maravilloso salón, donde el espacio se ha convertido en elemento estructural de la arquitectura, y su singular aprovechamiento en la clave de su lujo. ¡Mañana más!