Una casa de diseño de Madrid se alza con el premio internacional de interiorismo InteriCad

Después de 40 años, esta vivienda unifamiliar, del barrio residencial Conde de Orgaz en Madrid, necesitaba urgentemente una reforma. Se partía de una magnífica base, una estructura sólida y excelentes materiales. El proyecto lo llevó a cabo la arquitecta de interiores Esther Sánchez Lastra, quien por su reforma ha sido galardonada con el Premio Internacional de Interiorismo InteriCad.

Uno de los planteamientos básicos del proyecto fue abrir las zonas comunes al amplio jardín, por medio de puertas y paramentos acristalados de suelo a techo, apenas sin obstáculos visuales. Las columnas de cemento visto marcan los puntos básicos de anclaje de la estructura del techo que, en algunas zonas, son de lamas de madera.

Una chimenea con dos caras a la vista, de la firma Jotul, encastrada en un muro independiente, que destaca de forma intencionada del resto de los elementos, marca la separación entre la amplia entrada y la zona de estar.

La zona de estar está decorada con dos sofás de cuero blanco, colocados en L, frente a tres mesas de laqueadas que imitan la piel de tiburón, que se completan con sendos bancos tapizados; todo, de la tienda de la interiorista Sofía Calleja.

Las puertas de cristal que dan al jardín se abren completamente, prolongando la zona de estar hacia el exterior, como si de un porche se tratase.

Vista de la fachada posterior de la casa desde el jardín, que cuenta también con una piscina, enmarcada con un pavimento de madera.

En la otra ala de la vivienda se encuentra el comedor de diario y la cocina, separados por una puerta de cristal sin marcos, apenas perceptible solo por los rieles de techo y suelo. La mesa es un diseño original laqueado en blanco, con sillas a juego.

Otra vista del comedor, separado de la cocina por las puertas de cristal. Destacan las losetas de porcelánico del suelo, que imitan cemento.

La cocina está dividida en tres zonas: isla de trabajo, en la que se encastró el fregadero y el lavavajillas; zona de cocción, de cara a la ventana, y frente de armarios altos, donde se instalaron los electrodomésticos. Los muebles son DM laqueado en alto brillo y encimera de Silestone.

Para animar y romper la monocromía del blanco, la pared se revistió de microcemento rosa, para poder dibujar con tiza. Una tabla negra sobresale de la isla y funciona como pequeña mesa de desayuno o comidas ligeras.

El dormitorio principal, sobrio y elegante, cuenta con el único protagonismo de un gran cabecero de laca que acoge las mesillas. La pared se pintó en verde oliva.

Para el magnífico cuarto de baño se utilizaron diferentes materiales: losetas de basalto, muebles de laqueada, encimeras de Silestone y suelos de microcemento de la firma Microfloor.

Uno de los dormitorios infantiles, muy luminoso y espacioso, tiene dos alturas: en una se encuentra la zona de descanso y, en la más alta, la de estudio. Apenas os hemos dado una visón parcial de lo que ha sido esta profunda y milimetrada reforma, que orgullosa puede detentar el Primer Lugar en la categoría Residencial, en el 7º Certamen Internacional InteriCad Interior Design 2011.