Un piso luminoso y funcional en 40 metros cuadrados

Gracias a una acertada reforma, en la que se cambió la distribución para dejarlo diáfano, este pequeño piso, con sus escasos 40 metros (39,5 m²), ha ganado espacio y luz. Un interior diáfano, una decoración sencilla y discreta y los muebles indispensables, lo han convertido en un piso luminoso y funcional. La interiorista ucraniana Irina Sazonov ha sido la encargada de llevar a cabo su transformación con excelentes resultados. ¡A la vista están!

Uno de los puntos más complicados de esta reforma era la potenciación de la luz, El problema fue resuelto con la eliminación de tabiques y puertas que separaban las diferentes habitaciones, así la luz llega a todos los rincones de la casa. Ahora, con la nueva reordenación, desde el recibidor se accede a la zona de estar, ubicada en el centro del piso, mientras que a derecha e izquierda están el dormitorio y la cocina, respectivamente. La decoración se ha resuelto con un interior sencillo, armonioso y con ingeniosas ideas para aprovechar al máximo cada rincón de la casa, como el sofá que se convierte en cama para posibles visitas y la mesa de centro con ruedas que, perfectamente puede hacer de mesilla de noche. Para potenciar la sensación de espacio único, el suelo se pavimentó con madera en tono claro.

Para no saturar el pequeño espacio de entrada, en lugar de colocar un mueble, la interiorista optó por instalar una escalera como elemento decorativo aprovechable como perchero para colgar todo tipo de objetos. Como pavimento se eligió un suelo de baldosas exagonales en color gris claro. En cuanto a las paredes, se utilizó el blanco para potenciar la luz y dar sensación de mayor amplitud.

A modo de un gran escenario, el dormitorio se cierra a miradas indiscretas por medio de unas grandes cortinas de techo a suelo. Para no saturar el espacio, el cabecero lleva incrustadas varias baldas que hacen de mesillas.

Para no agobiar el dormitorio con un armario para la ropa, éste se colocó aprovechando una esquina del recibidor, al lado de la puerta de entrada. Allí se instaló un pequeño vestidor que queda oculto tras una cortina de pared a pared.

En el interior del dormitorio, a un lado de la cama, se ha ubicado una zona de trabajo con estanterías de pared y muebles prácticos y sencillos.

La cocina, situada en el extremo opuesto al dormitorio, y abierta al salón, está perfectamente equipada. La combinación de muebles blancos con el frente y el suelo de losetas de colores es un acierto total, así como el trozo de pared revestido con pintura de pizarra que delimita la zona de comedor. Una mesa de madera extensible y tres sillas de diferentes diseños completan la decoración.

El cuarto de baño, sencillo, armonioso y sin adornos, es la única estancia de la casa que ha quedado cerrada con una puerta. En su decoración se han utilizado los mismos azulejos que en la cocina en una de las paredes, pero de diferente color, y el mismo pavimento usado en el recibidor. El resto se revistió con pequeños azulejos en color arena. El lavamanos volado se apoya sobre un estrecho murete a media altura.

En este plano de la planta, se puede ver con todo detalle la distribución de este pequeño piso. Vía: AD Magazine.