Un florero de pared
Me gusta que una idea tan simple se convierta en algo tan decorativo. Estos floreros colgantes en la pared o desde el techo sobre unas simples cuerdas de nylon transforman de inmediato una pared plana en algo delicado y lleno de movimiento. Son de la artesana británica Weny Jung y están inspirados en las formas orgánicas de las piedras, cantos rodados, etc.
Puedes llenarlos con flor o con simples tallos de plantas o bayas de los árboles. Quizás de ahí les viene el nombre con el que los bautizó su creadora: stem, que significa tallo en inglés. Si quieres ver algo más de la obra de esta ceramista, pincha aquí.