Un dormitorio con vestidor y zona de trabajo

Hoy en día el ingenio de arquitectos e interioristas se agudiza para sacar el máximo partido a los espacios. Es el caso de esta vivienda. Sus propietarios recurrieron al arquitecto Julio Prado para conseguir una distribución acorde con sus necesidades. No fue fácil encontrar una solución, ya que su forma tubular limitaba el número de dependencias y la disposición de éstas.

Muy curioso fue el resultado de este dormitorio con vestidor y zona de estudio incluidos. El cabecero, un tabique a media altura con cristal en la parte superior, separa el dormitorio del vestidor (Zelari de Nuzzi). Pero su ligereza y transparencia, junto a un mismo tratamiento del suelo se concibe como una única habitación. Ésta, básicamente blanca, permite que la variedad de estilos del mobiliario confluyan en armonía. La iluminación, muy cuidada, acompaña el espacio.

Mirad con atención la fotografía: a los pies de la cama (Habitat), un frente de armario cierra el dormitorio. Está dividido en tres módulos con diferente función de los cuales uno siempre quedará abierto aportando profundidad y dinamismo. Pero una de sus puertas correderas esconde un secreto.  Manteniendo el mismo fondo (60 cm) y distribuyendo las baldas de otra manera, se consiguió ubicar aquí la zona de escritorio.

En este plano cenital se puede observar la disposición del vestidor en dos frentes paralelos para dejar la ventana libre. En uno se situó un armario para diferentes prendas de ropa, mientras que en el otro se colocaron varias zonas de almacenaje para zapatos y complementos. Fotografía y plano: Decoratrix.