Un chill-out en el salón

Muchas veces las terrazas son espacios perdidos porque cuidarlas es toda una vocación. Para los que no tengan alma de jardineros urbanos, os propongo hoy una idea estupenda: incorporarlas mediante un buen cerramiento al salón y convertirla en un espacio chill-out. La decoradora María Luisa Berthomier, del Estudio Nau Decoración, respetó el revestimiento de ladrillo visto pintándolo de blanco y aprovechando la relativa intimidad que daba la pared separadora, organizó una zona de descanso muy sugerente. Posteriormente la vistió colocando varios tatamis sobre el pavimento, unos futones de Ikea y gran cantidad de cojines alegres y luminosos que contrastan con la sobriedad del blanco. La luz se tamizó mediante estores enrollables también blancos.

El alféizar de la ventana existente se utilizó como una baldita para colocar velas aromáticas o barritas de incienso. Fotografías: Decoratrix.