Un bajo comercial convertido en un loft industrial
Preparaos para hacer un recorrido minucioso por este fabuloso loft industrial, que ha transformado el equipo de Egue y Seta, de los que somos muy fans y que ya os habíamos mostrado otros proyectos. Un bajo comercial de planta alargada y de 200 m2, en el que se han podido articular de manera natural y ordenada las zonas sociales con las más íntimas.
Los muros vegetales y translúcidos han servido para delimitar ambientes, pero también se han recurrido a otras soluciones ingeniosas, como la zona de estar bajorrelieve, los muros de ladrillo visto, los techos que alternan vigas de acero, hormigón y madera, o el mismo pavimento del suelo, que repite el juego de materiales en madera de roble con largas superficie de cemento pulido.
Pero empecemos por el principio. La entrada vertebra la distribución de la vivienda, dividida en dos zonas: a la izquierda, salón, comedor y cocina, y a la derecha, dormitorios y baños. A ambos lados de la puerta de madera de iroco, se crearon sendos parterres vegetales simétricos, que junto a las persianas verticales de madera de roble, crean un curioso efecto desde el exterior, ya que el verde se encuentra en el interior.
Al traspasar el umbral, la primera sorpresa que te encuentras de frente es este jardín interior, realizado con variedades de la zona y cubierto con corteza de pino. Encima, una falsa claraboya ilumina la escena y da sensación de estar en mitad de un bosque. Éste es el verdadero eje de la casa, alrededor de la cual se organizan todas las estancias.
La zona de estar se diseñó bajo el nivel del suelo, lo que ha propiciado un ambiente recogido y muy agradable, con asientos en capitoné tapizados en terciopelo color piedra, salpicados de los más variopintos cojines.
Un poco más allá, el comedor, compuesto por la mesa Bedrock Plank, en madera de nogal y pies de lámina de acero, diseñada por Terry Dwan y editada por Riba 1920. A su alrededor, las siempre atractivas y versátiles sillas Eames, en color gris claro.
En la espectacular cocina se le dio total protagonismo a los elementos de acero inoxidable, pero añadiendo toques cálidos como la madera de la encimera y las paredes de ladrillo, que le restan frialdad al conjunto.
A ambos lados, se colocaron los electrodomésticos y muebles con frentes de acero inoxidable, al igual que la base de la mesa, que sirve también de isla de trabajo. La cocina está dotada de todo tipo de detalles únicos, como un alacena acristalada en la esquina, que alberga un nutrido botellero y delicatessen a la vista.
Otra perspectiva de la zona del salón, el pasillo de entrada y el jardín interior. A la izquierda, una puerta pivotante da acceso al cuarto de baño y dormitorio principal.
El dormitorio principal es un fabuloso espacio en donde todos elementos intervienen como si fuesen una lujosa escenografía: las transparencias del cristal, los paramentos de madera de roble, las puertas deslizantes, el cabecero de la cama y, al fondo, el jardín interior. Desde la cama se pueden ver películas, ya que el falso techo esconde una pantalla retráctil.
El muro del cabecero es un diseño muy original, realizado a partir de una rejilla de alcantarilla y madera de roble, que integra las mesillas de noche. A la derecha se colocó un sofá chéster, para crear discreta zona de estar.
Por la parte posterior, el cabecero se convierte en el muro divisorio de la zona de vestidor, laqueado en gris antracita, con suelo de moqueta y un curioso espejo de camerino apoyado en la pared.
La palabra "cuarto de baño" se nos queda corta para describir este extraordinario espacio, presidido por una ducha colocada en el centro, y que crea dos zonas con sus respectivos sanitarios y lavabos.
En esta imagen se aprecia la distribución de los elementos, con los grifos de la bañera en la encimera de cemento, que continúa hacia los costados que acogen los lavabos.
En el techo, un rociador encastrado vierte agua sobre el plato de ducha de gran tamaño. A la derecha, la puerta pivotante que mencionábamos antes, conduce a la zona social.
Para terminar nuestro recorrido, hacia la derecha de la entrada, se encuentra el cuarto de baño de visitas, al que se accede a través de puertas de roble correderas.
El proyecto de interiorismo del baño es absolutamente sorprendente, porque logra convertir una estancia "menor" en un magnífico espacio con vistas al jardín interior. El lavabo de peana, con grifería de pie, está estratégicamente colocado para la contemplación del jardín. Un espejo cubre toda la pared y multiplica el efecto verde del espacio. Espectacular, magnífico, sorprendente, fabulosos, extraordinario... ¡Nos hemos quedado sin adjetivos! No podemos menos que decirles a los chicos de Egue y Seta: ¡Enhorabuena, cada vez lo hacéis mejor! Fotos: Mauricio Fuertes y Vicugo