Un ático con terraza en Nueva York

Un estupendo ático, de casi 450 m², en pleno Manhattan, con vistas sobre el río Hudson y la Estatua de la Libertad. ¿A quién lo le gustaría vivir en un sitio así? Podría ser el escenario perfecto para una película de lujo y esplendor, pero no se trata de una vivienda de ficción, es real; es el ático de la torre 100 11th Avenue, ubicada en la intersección de la 19th Street con la West Side Highway, a lo largo del Hudson, en Nueva York, construida por el arquitecto francés Jean Nouvel.

La fachada

Con 23 pisos y 76 viviendas que van desde los 80 hasta los 490 metros cuadrados, la fachada del edificio es un gran mosaico formado por alrededor de 1700 paneles de vidrios de colores, orientados hacia múltiples ángulos y todos de distintos tamaños. ¡Un auténtico caleidoscopio de acero y cristal! Dicen que Jean Nouvel se inspiró en la iglesia de la Sainte Chapelle de París.

Un comedor con vistas

Estamos en uno de los cinco áticos de lujo que hay en la 100 11th Avenue, con paredes, suelos y techos en un blanco impoluto para potenciar la luz que se filtra a raudales a través de las vidrieras. Para su decoración, como no podía ser de otra manera tratándose de Nueva York, se apostó por un gusto moderno y vanguardista, con mobiliario de diseño actual y contemporáneo, además de clásicos como las sillas Victoria Ghost de Kartell, acompañando a la mesa de comedor, o las Wassily, de Marcel Breuer, en el salón, en la primera foto.

La cocina 

Blanca, con detalles de acero que aportan ese toque vanguardista, luminosa y con vistas al río Hudson. ¡Ahí también cocino yo! Los electrodomésticos, la zona de cocción y los muebles más altos se distribuyeron en torno a una isla, de manera que nada obstaculiza esa envidiable panorámica.

El ático cuenta también con una galería, con zona de relax, plantas ornamentales y árboles.

Dormitorios

La vivienda cuenta con tres dormitorios. Éste es el más pequeño. ¿Para qué decorar las paredes con cuadros o fotografías? Alguna que otra obra hay, pero a parte de que en los frentes apenas hay sitio quedan huecos para cuadros, los paneles de cristal, no sólo decoran, sino que además otorgan a las estancias de unos paisajes impresionantes, unas vistas panorámicas que van cambiando a lo largo del día, según las horas de luz. Una galería de arte "cambiante".

El baño se revistió por completo en blanco. Como queda claro en la imagen, se optó por una distribución en dos frentes y tanto para la zona de los lavabos como para la de baño se diseñaron muebles de obra idénticos, con pequeños estantes que multiplican las tan valiosas zonas de almacén en el cuarto de baño.

La terraza

Una maravillosa terraza, con una barandilla doble y poca altura para no dificultar la visión de la ciudad, rodea toda la casa. Para su decoración, con las tumbonas Leaf de Dedon fue más que suficiente.