Rincones de trabajo muy vividos
Estos rincones de trabajo quizás no cumplen todos los requisitos del estilismo más "cool" pero apetece quedarse en ellos. Un viejo escritorio con libros, un pequeño cuadro apoyado en la pared y una lámpara con una pantalla oscura que recoge la luz y la proyecta de forma íntima sólo para nosotros. Piedras recogidas no sé donde, fotos antiguas de alguien que recordamos...
Una máquina de coser antigua que aún esté en buen uso se merece un escenario como éste. Un rincón de costura muy, muy vintage con una librería de poco fondo con compartimentos abiertos donde guardar todas esos recortes de tela y tesoros varios que las costureras, y toda la gente que hace manualidades, guardan en cajones. Aquí, en lugar de ocultarlos se muestran a la luz. Acompañados de cestas con botones y bobinas de hilo, antiguos libros de bordados, cajas de lata y láminas de aire también vintage para decorar las paredes. ¡Qué delicia!
Y este trío de rincones de trabajo lo completa una zona de pintura y manualidades. Junto a una ventana, una mesa en esquina y un tablero en la pared con fotos y láminas que nos gustan, baldas con nuestros "tesoros" guardados en algunas cajas. Un bote de cristal con unas flores cogidas en el campo durante el fin de semana, tarros y latas recicladas llenas de lápices y pinceles. Esta serena belleza en los objetos de todos los días la captó el ojo del fotógrafo Jon Day.