Reformar una casa antigua

Las casas de piedra en el campo o en la sierra tienen un encanto difícil de superar por las construcciones más modernas y vanguardistas. Y más aún si se encuentran en un entorno de paz y sosiego. Transmiten recogimiento, días de desconexión, reuniones con la familia, paseos en bici… ¡Una auténtica maravilla! 

Lo cierto es que para cumplir con este idílico plan, primero hay que encontrar la casa, que las hay, pero en muchas ocasiones se encuentran abandonadas y deterioradas y, para convertirlas en ese escenario soñado, es necesario plantearse una reforma integral. No es lo mismo un lavado de cara que rehabilitar una casa muy antigua, donde hay que actualizar y renovar todo: desde la distribución hasta las instalaciones pasando, cómo no, por revestimientos, cerramientos y carpintería. Sin duda, una reforma de estas características supone un gran desembolso y, por eso, para no fallar ni en el más mínimo detalle y sacarle todo el partido posible, es importante ponerse en manos de profesionales. 

Es imprescindible acudir a empresas especializadas, con experiencia en reformas integrales, como Geteco, con ingenieros de la edificación y arquitectos técnicos, expertos también en la realización de proyectos de rehabilitación de edificios. Al reformar una casa es muy importante asegurarte que la estructura de ésta esté en buenas condiciones.  

¿Quieres saber qué pasos hay que seguir? Para contestarte, nos inspiramos en la reforma de esta edificación, Casa Malatesta, situada en la comarca italiana de La Merche, construida en el siglo XV y que se ha convertido en una magnífica vivienda vacacional.


Por dónde empezar

El primer paso es contratar los servicios de una empresa de reformas, para que uno de sus arquitectos te ayude, no sólo a diseñar una nueva distribución, sino también a revisar la estructura de la casa. Como es lógico, tendrás que pedir licencias de obras y comparar presupuestos de distintos constructores. Lo más cómodo y práctico es que la empresa que contrates se encargue de todo. De todas formas, el arquitecto hará las mediciones de la obra, para que puedas dar el mismo documento a todos los constructores o reformistas y que todos trabajen sobre el mismo documento y con las mismas calidades.

Tras las obras, esta casa italiana disfruta de un estupendo salón en el que se apostó por un fondo neutro, con suelos, paredes y techos en blanco, y una decoración en tonos cálidos.

Quitar la humedad

Las casas antiguas suelen tener muchos problemas de humedad que van más allá de simples detalles estéticos, como manchas negras y desconchones en la pintura. Según la gravedad, la humedad puede afectar a los elementos estructurales de la vivienda, e incluso afectar negativamente a la salud de los que viven en la casa, ya que un ambiente cargado de humedad facilita la reproducción de bacterias, hongos y ácaros.

Para solucionar estos problemas de humedad, lo mejor es ponerse en contacto con especialistas como Lemara, empresa líder en impermeabilizaciones, que analicen las causas y les pongan remedio. 

Suelos, paredes y techos

Uno de los capítulos de la reforma a tener en cuenta es el que afecta a los revestimientos. Es más que probable que tengas que enlucir y pintar paredes y techos, y cambiar el suelo original. Piensa muy bien tanto la gama de color como los materiales y sus calidades. 

En este caso, el aire rústico de la construcción se contrastó con acabados limpios: paredes lisas en color blanco y un suelo continuo de microcemento. Si el suelo original es de madera, también puedes tratarlo con resina epoxi, un material antideslizante, impermeable y resistente, que permite crear suelos continuos.

En cuanto a los techos, muchas casas antiguas cuentan con vigas de madera a la vista que, seguramente, tengas que restaurar para actualizar su acabado e integrarlas en la decoración. Como ves en la imagen, en esta casa se pintaron del mismo color que el techo y las paredes. 

La cocina

Esta estancia será una de las que sufra mayor revolución. Además de los revestimientos, tendrás que diseñar una nueva distribución en función de dónde estén las tomas de agua y electricidad o bien, planificar también una nueva instalación. Muebles, encimera y electrodomésticos completarán este capítulo.

Si siempre has soñado con una cocina con isla es el momento de plantearte hacerlo realidad. Aquí, los muebles lacados en azul se combinaron con una encimera porcelánica en blanco y se organizaron en tonos a una isla, con encimera de madera, que hace las veces de barra de desayunos.

Dormitorios

Cuando se trata de casas de dos alturas como ésta, lo habitual es destinar la primera planta a los dormitorios y ubicar el área común (salón, comedor y cocina) en la planta baja. En ambos casos, deberás tener en cuenta los mismos aspectos, si bien tendrás que decidir si quieres mantener una continuidad visual o bien jugar con distintos materiales y acabados para diferenciar la zona privada de la común. 

El interiorismo marcará la diferencia. Inspírate en las decoraciones que encontrarás en Decoratrix para crear dormitorios de ensueño, con la distribución y estética que encaje con tus gustos y personalidad.

Baños

Al igual que ocurría en la cocina, es muy probable que tengas que renovar por completo los baños tanto los revestimientos como los muebles y sanitarios. ¡Aprovecha para crear auténticos spas!

Disfruta el resultado

Sabemos que las obras en casa, por pequeñas que sean, producen estrés, pero realmente merece la pena. Además de estar ubicadas en parajes privilegiados, las casas antiguas, con sus fachadas de piedra y sus elementos originales (vigas, ladrillo visto, columnas de hierro) tienen ese encanto especial que no se encuentra en las construcciones modernas, más impersonales.

Comprar una casa para reformarla suele ser una buena inversión. Y si tiene piscina, como ésta, con vistas a la naturaleza, la recompensa será aún más placentera. Fotos: Casa Malatesta/Boutique Homes.