Reforma del piso de una decoradora (1ª parte)

¿Cómo convertir un piso antiguo, de planta alargada y con siete habitaciones, en una vivienda moderna y luminosa? Este fue el reto que se impuso la interiorista Paula González en la reforma de su propia casa, muy cercana a El Retiro madrileño. Decoratrix ha fotografiado al detalle cada una de las estancias y entrevistado a la decoradora, quien nos ha dado todas las claves de la reforma, así como algunos trucos de estilista. Hoy os mostramos la zona social, que da a la fachada, y que comparten el salón, el comedor y la zona de trabajo; y mañana, el resto de la casa.

En la reforma, que duró 4 meses, se tiraron todos los tabiques de la casa y se replanteó una nueva distribución para sus 130 m2: se cambió la cocina y se situó cerca del salón, se pasaron las instalaciones por el techo del pasillo y se rehicieron todas las estancias. A la zona social se accede a través de un largo pasillo, en cuyo lado izquierdo se encuentran dos habitaciones con cuartos de baño, un aseo y la cocina. El pasillo desemboca en esta área diáfana, antiguamente muy tabicada. Se tiró todo menos dos mochetones de muros de carga y una falsa viga por donde va una tubería de calefacción que pertenece a las instalaciones comunes del edificio (esa es la transición de la zona de estar al comedor y zona de trabajo) y el que separa el salón de la cocina.

El salón

Decorado en tonos neutros (gris y visón con toques aguamarina), la zona de estar cuenta con un confortable sofá con chaise longue y dos butacas tapizadas en las tonalidades que dominan en la decoración. Las mesas de centro son dos modelos idénticos, de espejo ahumado, que se completan con un pequeño baúl chino como mesita auxiliar. Todos los muebles fueron diseñados por la interiorista, excepto los muebles chinos y las consolas del comedor y el hall La idea era crear una base decorativa muy neutra para poner acentos de color en los detalles (cojines, adornos, lámparas...), de forma que si, en un futuro se cansa de la decoración, sólo sea necesario cambiar los complementos.

El televisor

La interiorista no deseaba que el aparato ocupara espacio en la zona social, por lo que decidió crear una hornacina en la pared que separa el salón de la cocina, para encajarlo al ras. La pared se revistió con un papel pintado que imita cemento pulido, en armonía con los tonos grises de las tapicerías y que también le confiere un toque moderno e industrial a todo el ambiente.

El detalle

El espacio de transición entre el salón y el comedor se solucionó con esta sencilla pero efectiva composición, con una silla china antigua y una foto de gran formato, adquirida en una tienda hace años. Paula es experta en combinar piezas únicas o de diseño con muebles o adornos que compra en rastros, tiendas o que provienen de sus antiguas casas.

El comedor

Frente a los ventanales que dan a la calle, se situaron el comedor y la zona de trabajo. ¿Por qué no poner aquí el salón, al ser la zona más luminosa? La respuesta es muy sencilla: Paula pasa la mayor parte del día trabajando en esta zona, desde donde, además, puede ver el parque de El Retiro. Por otra parte, la mesa de comedor le sirve también como mesa de reuniones cuando atiende a sus clientes. Tanto las sillas como la mesa son diseños propios. Mención especial merece la mesa, que cuenta con un espectacular sobre laqueado con pintura metalizada (la misma que se utiliza para los coches) y patas de cristal, lo que le resta robustez y le imprime cierto aspecto aéreo.

Trucos de estilista

Dos detalles que nos enamoraron: sobre la mesa del comedor, conjunto formado por jarrones de cerámica blanca, entre los que destaca una figura de resina en turquesa de Gonzalo Rodríguez Carmona. Y la caracola sobre los libros de arte que hay encima de la consola china del comedor.

Zona de trabajo

La zona de trabajo se amuebló con una mesa de cristal y sillas vintage retapizadas. Detrás, se colocó una librería cerrada, donde Paula guarda muestrarios y todo el material de trabajo, que no le gusta tener a la vista. En esta imagen se puede apreciar el suelo de madera, igual en toda la casa, de lamas anchas y largas de roble natural aceitado. Fue imposible conservar el antiguo, así que Paula decidió elegir una madera que aportara calidez a la decoración.

Lámpara solidaria

En una mesa de la zona de trabajo, destaca la lámpara Shoelaces, realizada con cordones de zapatos, un diseño de Curro Claret para Metalarte, en colaboración con Camper y con las fundaciones Arrels (Barcelona) y San Martín de Porres (Madrid), que trabajan a favor de las personas en exclusión social. A Paula le gustó mucho el proyecto solidario, tanto como la vistosa lámpara, que rompe con la monocromía del blanco y gris de toda la estancia.

Mañana os enseñaremos la otra zona de la casa de Paula González: la entrada y el pasillo, dos dormitorios con cuarto de baño, un aseo y la cocina. ¡No os lo podéis perder! Fotos: Decoratrix