Por qué las alfombras vinílicas son una gran elección
Una de las mayores innovaciones decorativas de los últimos años han sido, sin duda, las alfombras vinílicas. Además de tener un precio más que asequible, cuentan con muchas otras virtudes que nos disponemos a desvelarte en este post.
1. No se les resiste ningún espacio
Como verás en estas imágenes, que hemos tomado prestadas de la web de Laukka, cualquier estancia de la casa se puede decorar con una alfombra vinílica. No hay límites: en dormitorios, cocina, baño, habitación de niños, etc. Incluso, en el salón, la estancia que decoramos con especial mimo, una alfombra vinílica le puede dar ese punto fresco y diferente al interiorismo.
2. Gran variedad de diseños y tamaños disponibles
Otra de las ventajas de las alfombras vinílicas es la gran variedad de diseños que puedes elegir: con dibujos de azulejo hidráulico, imitación a madera o cemento, de estilo vintage, acabado trenzado o estampados geométricos o florales. Además, tienen hasta 12 medidas diferentes que se adaptan a los distintos espacios: alargadas para zonas de paso, o cuadradas y rectangulares, desde 60 x 80 cm hasta 195 x 300 cm. Y si no se ajusta ninguna medida, también puedes pedir medidas personalizadas.
3. Especialmente resistentes
Hace unos años era impensable colocar una alfombra en la cocina, ya que resultaba muy poco práctico y antihigiénico. Sin embargo, la solución llegó con las alfombras vinílicas, que no solo protegen suelos delicados, como la madera, sino también los cerámicos o porcelánicos. Además, su diseño le aporta un plus de color al espacio, con mobiliario cada vez más neutro y homogéneo.
Las alfombras de vinilo en la cocina son especialmente resistentes al desgaste diario, a la suciedad y, en especial, a la grasa. Tienen un grosor de 2,7 y son antideslizantes. Gracias a este espesor, admiten limpieza con robots y, por supuesto, fregona y bayeta, sin deteriorar un ápice su dibujo.
4. Son antideslizantes
Las alfombras vinílicas han venido a sustituir las tradicionales alfombrillas de baño textiles, que acaparan suciedad, retienen la humedad y hay que lavarlas con frecuencia. Las vinílicas secan rápido, son fáciles de limpiar y aportan un tacto suave al pie, además de ser antideslizantes. Al llevar una capa extra de barniz, no acumulan humedad y son antibacterianas. A todo ello se suma el toque decorativo que aportan con sus diseños, dando vida a los sobrios revestimientos del baño.
5. También funcionan en el exterior
No solo en el interior de la casa puedes colocar alfombras vinílicas: en tu balcón, terraza o porche también pueden cumplir una gran misión. Durante el buen tiempo, puedes tener desplegada tu alfombra para dar calidez al exterior, y cubrir el pavimento, muchas veces deteriorado por la intemperie. Resiste la lluvia y el sol, aunque deberás de retirarla durante los meses de invierno para alargar su vida útil.
6. Son antibacterianas e hipoalergénicas
Desde luego, no podemos de dejar de recomendar las alfombras vinílicas en habitaciones infantiles. Además de las ventajas señaladas, son hipoalergénicas y especialmente aptas para espacios donde la salud de los pequeños es lo prioritario. Y en el caso de que tengas mascotas, son muy adecuadas, ya que no atrapan el pelo del animal y se limpian fácilmente.
Si estás buscando la alfombra ideal, no lo dudes: nunca te arrepentirás de haber comprado por una alfombra vinílica.