Pasar el Año Nuevo en un iglú
¡Qué bonita imagen para una postal invernal! Y mucho más, para inaugurar el 2012. Imagínate poder disfrutar de un lugar idílico como éste el primer día del año. Una tentación para l@s amantes del esquí y para tod@s aquell@s que aman el contacto con la naturaleza.
En la encantadora localidad suiza de Cerniers, a 1.700 metros de altitud, en el corazón de los Alpes, se encuentra este moderno y fantástico hotel, The Whitepod Resort, un concepto único de vacaciones en la montaña. ¿Se te ocurre un paisaje mejor para desaparecer unos días?
A tan sólo una hora y media de los aeropuertos de Ginebra o Zürich, nos encontramos con un campamento formado por 15 iglúes y siete kilómetros de pistas esquiables privadas con sus propios remontes para disfrutar del esquí, en familia o con amigos, tanto de día como de noche, a nuestro antojo. Estas “tiendas de campaña” o cápsulas, a modo de iglúes prefabricados, albergan en su interior una comodidad imposible de imaginar viendo el exterior.
El complejo cuenta también con el Chalet de Cerniers, en el que desgustar lo mejor de la gastronomía alpina y el refugio L’Alpage de Chindonne, que puede reservarse para grupos más numerosos. En este chalé de madera, que fue construido respetando el estilo arquitectónico típico de la región, funcionan el restaurante y el spa, que dispone de sauna finlandesa y piscina japonesa. En este punto de encuentro, los huéspedes se reúnen para disfrutar de un té por las tardes o una copita junto a la chimenea por las noches.
Ancladas en grandes plataformas de madera que permiten el perfecto aislamiento contra la nieve y el frío, las tiendas se comunican entre sí por senderos y cada una cuenta con un balconcito para disfrutar del paisaje.
El campamento de "iglúes" está formado por una quincena de tiendas geodésicas sostenibles, de capacidad doble, que han sido construidas con materiales aislantes con el fin de mantener todo el confort y las comodidades en su interior. A ello contribuyen un sistema de calefacción a base de madera y un interiorismo caracterizado por las texturas y los colores cálidos. Diferentes elementos vintage, como los farolillos de aceite o los esquís de madera, aportan al conjunto un toque retro-chic único.
Las cabañas, todas diferentes y con una superficie aproximada de 40 m², están equipadas con las comodidades necesarias para garantizar una estancia confortable y, sin duda, inolvidable: amplias y mullidas camas, mantas confeccionadas con materiales orgánicos, estufas de leña y cuartos de baño completos.
Todas las tiendas tienen un sistema de cortinas para bloquear la entrada del deslumbrante reflejo de la luz del sol sobre la nieve.
Por supuesto, la exclusividad tiene un precio. Alojarse en uno de estos iglúes cuesta entre 325 y 480 € la noche. Y es que disfrutar de una única, romántica e irrepetible noche en las montañas suizas tiene un precio. ¡No os perdáis los vídeos de presentación de las instalaciones!