Loft moderno y colorista

El loft tuvo su origen no hará más de 50 años, gracias a los espacios industriales abandonados después de la Segunda Guerra Mundial en los Estados Unidos. Las fábricas abandonadas, con doble altura, grandes ventanas, vigas y columnas, fueron reutilizadas por artistas que requerían de esa amplitud, y se fueron adaptando a las necesidades y al estilo de vida de parejas jóvenes y singles. Decoraciones desenfadadas, modernas, funcionales, con piezas de épocas y estilos diferentes, son señas de identidad de estos espacios, los cuales, poco a poco, se han ido ajustando a superficies más pequeñas.

Un buen ejemplo del gusto moderno, colorista y excéntrico que domina en los lofts actuales es el showroom de la firma italiana B&B Italia.

La zona de asientos del salón se completó con numerosos pufs. El gran valor de estas piezas es su enorme versatilidad, pues, no sólo permiten contar con asientos extras, sino que, además se pueden utilizar como mesas auxiliares y, cuando no son necesarios, se retiran para despejar el salón. En este ambiente, la combonación de dos colores cálidos y tan actuales como rojo y morado, induce a la serenidad y crea espacios armónicos, en el que la fuerza de la pared de piedra queda suavizada por estas tonalidades.

La mesa de comedor, un diseño moderno y elegante, en madera y hierro. Se llevan las combinaciones de materiales.

Las últimas tendencias apuestan por combinar piezas clásicas con diseños modernos. Sin duda, los contrastes dominan en todos los ambientes modernos. Una forma de lograr este look con mobiliario del mismo estilo es jugar con los colores: gris, azul, rojo, amarillo... ¡Y por qué no!

Una zona del salón se reservó para crear un pequeño rincón de relax y reflexión con una elegante y moderna chaise longue en color crema.

Muchas veces son los pequeños detalles los que hacen especial un mueble. En este caso, las franjas que decoran el sobre y las patas asimétricas –todo en color amarillo– alejan a esta mesa de comedor de los diseños tradicionales.

Para el dormitorio se apostó por dos colores cálidos y atrevidos: rojo y morado. El fondo blanco de las paredes, igual que los muros de piedra, matiza la intensidad, vitalidad y energía que transmiten estas tonalidades, mientras que los detalles en madera, presente tanto en el suelo como en buena parte del mobiliario, aporta calidez.