Jarrones de cerámica de Kähler
La firma danesa Kähler lleva 170 años sobreviviendo a guerras, crisis, el plástico y los "todo a cien". Quizás la clave de su éxito es que se renueva constantemente apostando por jóvenes diseñadores que aportan otros puntos de vista, más modernos y transgresores que la tradicional jarra de cerámica. Diseños desenfadados, divertidos, espontáneos... pero siempre funcionales, pues ésa es la filosofía de la casa: art and function. Y éste es el resultado de tener la mente abierta y la vista puesta en el futuro. Arriba: los pequeños jarrones Bulbinos, diseñados por Jeannette List Amstrup, para las primeras flores y bulbos de la primavera. Son jarrones para un único tallo, aunque sin flor también resultan muy escultóricos.
Estos jarrones de cerámica están inspirados en las boyas y flotadores, según su creadora, la diseñadora Agnes Fries. De hecho, su nombre es Bottino. A mí, ya puestos, me recuerdan a un grupo de bañistas de principios del siglo XX, dispuestos a zambullirse con sus aparatosos trajes de baño.
Esta graciosa familia de jarrones y candeleros se llama Fiducia, un diseño de Louise Campbell para Kähler. Algunas piezas no se sostienen por sí solas, están diseñadas para tomarse de la mano de los otros miembros de esta familia tan bien avenida. En España distribuye Caprichos Daneses.