Only You Hotel Atocha, por Lázaro Rosa-Violán
A punto de abrir sus puertas, el Only You Hotel Atocha nos recibe para realizar una visita privada a sus instalaciones. La ubicación no puede ser mejor: justo enfrente de la salida del AVE, entre las calles Alfonso XII y Paseo de Santa Isabel, en Madrid. Un majestuoso edificio en esquina, del siglo XIX, que ha sido totalmente remodelado, incluyendo la ampliación de tres plantas superiores, lo que le dota de unas extraordinarias vistas de la ciudad desde la terraza del último piso. Como en el caso de su otro hermano madrileño, Only You Barquillo, todo el interiorismo corrió a cargo de Lázaro Rosa-Violán, uno de los interioristas patrios con más prestigio internacional.
La inspiración decorativa
En esta ocasión, Rosa-Violán ha cambiado completamente de registro, como suele acostumbrar: nunca repetirse para siempre hacer algo impactante y original, pero manteniendo su firma de autor. La ciudad de Nueva York de los años 50 ha sido su inspiración, mostrando la zona más luminosa y alegre del estilo retro-industrial de la época.
El lobby es una clara manifestación de intenciones estilísticas, que se replica en todos los rincones de este extenso hotel. Aquí encontramos diferentes ambientes que conviven en una compleja y singular armonía, armada a través de cantidad de elementos y referencias a viajes, el mundo del boxeo o el glamour de los grandes hoteles neoyorquinos.
Los ambientes del lobby
En esta planta, podemos disfrutar de la excepcional propuesta gastronómica del restaurante Trotamundos, que, como su nombre indica, ofrece una carta variada y mestiza, con platos de lo mejor de Asia y América Latina. Los restauradores Javier Mora, Jon Giraldo y Jaime Liebermade son los artífices de este sorprendente maridaje gastronómico.
También aquí podemos encontrar un sweet corner, de la mano de Mama Framboise, que cuenta con un "carrito" con sus ya conocidos productos de repostería a modo de bakery neoyorkina. Una amplia biblioteca para los viajeros entusiastas, zonas de bar y un soberbio desk de recepción son algunos de los sorprendentes rincones que habitan esta planta.
Las habitaciones
El hotel cuenta con 206 habitaciones, 192 de ellas son dobles y 12 son junior suites (en las imágenes superiores). La decoración está pensada para crear una atmósfera cálida y acogedora, alejada de la típica sensación de "habitación de hotel" y más cerca de la habitación de una casa. La estética industrial, pero en su cara más amable, persiste en las estancias, con materiales confortables y sencillos, como la madera o el ladrillo visto, y mobiliario de clara inspiración años 50.
Los cuartos de baño
No hay un solo detalle que se les haya pasado por alto en los cuartos de baño. Para empezar, una adecuada iluminación con diferentes puntos de luz (¡algo que no en todos los hoteles de gama alta tienen en cuenta!). Los albornoces, las toallas, los amenities (jabones, geles, champús...)... recrean un ambiente bicolor, en blanco y negro. Los baldosines rectangulares biselados le dan un inconfundible aire retro y las baldosas hidráulicas del suelo aportan un plus de calidez.
La terraza de la séptima planta
Otro de los sorprendentes espacios de este hotel es el restaurante ubicado en la última planta, con unas extraordinarias vistas al sur de la capital. Youniverse es un sitio perfecto para tomar un desayuno, un brunch o unas copas al atardecer, en un entorno singular y con una panorámica muy diferente de Madrid.
Espacios polivalentes
Las grandes dimensiones del hotel han permitido crear espacios para diferentes actividades. Por ejemplo, en la planta baja se encuentra una sala de reuniones que se puede dividir, a su vez, en tres espacios independientes, con el fin de que los clientes puedan mantener reuniones de trabajo de forma privada. También cuenta con un pequeño gimnasio con máquinas y servicio de entrenador personal, para todos aquellos huéspedes que deseen mantenerse en forma durante su estancia.
El patio central de la segunda planta es un espectacular espacio con servicio de bar y donde se pueden realizar eventos ocasionales, protagonizados por un videowall de gran tamaño. Finalmente, también en la segunda planta, se ha destinado una de las habitaciones a beauty room, un espacio dedicado a la relajación y a la belleza, mediante diferentes tratamientos y terapias de la mano de Caroli Natural Bissé.
Incluso, si vives en Madrid, regálate una escapada a este sorprendente hotel, ubicado junto a El Retiro y en pleno Triángulo del Arte. Un hotel atrevido y fuera de lo convencional, donde todo está proyectado alrededor del cliente y su comodidad. Ése es su verdadero lujo.