Hotel Casa de Hechizo en Segovia
¿Quién puede resistirse a ser recibido con cava y frutas o despertarse con un desayuno tan delicioso? El hotel Casa de Hechizo os sorprenderá por este tipo de detalles. Pero no solo eso. Situado en una una zona privilegiada de Segovia, será el lugar idóneo para alejarse del estrés cotidiano y disfrutar de unos días de paz en contacto directo con la naturaleza, o visitar lugares de interés artístico-cutural. Nada más entrar podemos sentir la exquisitez de su decoración. Sus propietarios, también responsables del proyecto de interiorismo, se preocuparon por la mezcla de materiales y mobiliario para conseguir un lugar actual (incluso cosmopolita), sofisticado y acogedor sin perder la esencia popular.
Un portón de madera "suspendido" en cristal nos da la bienvenida al interior. En el recibidor podemos observar, tras el mostrador de galuchat, que la tranquilidad está garantizada: un pequeño armario nos muestra el número de habitaciones: solamente 8. Seguimos la visita por el camino que crean la alfombra y lámpara corridas.
Las habitaciones nos sorprenden por elegancia y personalidad. Cada una tiene un tratamiento decorativo diferente y hace que olvides que te encuentras en un hotel. Al cabo de unos minutos la sentirás como tuya gracias a la combinación de materiales nobles (pidras, maderas y papeles texturizados) con colores tan acertados. Su sobriedad, en algunos casos, no hace si no acentuar su sofisticación.
Y ¿que tal un baño tras deshacer las maletas? Si quieres relajarte al compás de las burbujas no tienes más que dirigirte a la sala de spa donde te espera la sauna y baño de hidromasaje. El entorno no puede ser mas encantador para este quehacer. Sumérgete en la gran bañera al calor de la chimenea y pierde la vista en el horizonte a través del gran ventanal. Su suelo entarimado, la luz indirecta y el forrado de la pared principal en piedra oscura lo aleja de la frialdad típica de estos espacios.
El comedor y zona de estar, en la planta baja, comparten un mismo espacio pero el movimiento en paredes, techos y suelo, y por supuesto un estudio de iluminación tan estudiado permiten una separación sensorial bien definida. De esta manera, sentado frente a la chimenea leyendo un libro, olvidarás a los comensales tras de ti. Su mobiliario, mullido y cómodo equilibra y compensa la rectitud de líneas; y el uso de vigas vistas y revestimiento en madera del techo aporta recogimiento pese a su gran altura. Y no dejes de probar las delicias del chef. Acorde con la decoración tan exquisita, la comida no podía ser menos. Fotografías cedidas por el Hotel.