Fundas fresquitas para sillones

Era una costumbre antigua lo de enfundar las tapicerías con algodones ligeros o floreados en verano. Y transformar así la casa en un lugar fresco los meses de temperaturas altas. Hoy lo arreglamos todo con el aire acondicionado, pero a mí me siguen gustando las fundas y su capacidad de transformar un sofá o una butaca en algo diferente. Y de paso, transformar un salón sobrio y elegante en un espacio más informal durante estos meses.

Claro que antes había siempre una costurera a mano que nos hacía una funda simple y bonita con cualquier trozo de loneta. Hoy es más complicado. Por eso te quiero enseñar algunas ideas para hacer fundas en un trix sin complicarse demasiado. Estas fundas necesitan de algún experto para que se ajusten tan bien a una butaca clásica, pero me parece divertido enfundarlas cada una de un color que contraste.

Cubre tu sofá con una colcha ligera de algodón. Con un poco de arte, como en esta foto que encontré en el catálogo francés de La Redoute. ¡Oh la France!

Otra idea para "refrescar" tu sofá es hacer o comprar fundas nuevas para los cojines y elegirlas de una paleta de color fresca, como esta mezcla de topo con amarillo. Y sustituye tus mantitas de sofá calentitas por algunas más ligeras de algodón.

Esta me parece la funda más estilosa de todas. Bajo ella... ¿qué habrá? Me temo que un sillón de brazos potentes y formas rotundas, quizás el sillón preferido para leer junto a la chimenea. Pero con este plaid de algodón, también visto en la página de La Redoute, se ha transformado en otra cosa bien distinta.